Parabólica - Periodismo en Red

Palabras clave: machismo, IA, deportes femeniles, discriminación, bromas.

Dos situaciones relacionadas con el deporte me han parecido preocupantes por varias razones. La primera, hace unos meses se dio la noticia de que en ciertos partidos de la liga femenil profesional de basquetbol en Estados Unidos se habrían lanzado a la cancha dildos de diferentes colores. Según una nota publicada en agosto pasado en el portal de la BBC, varios “partidos de baloncesto profesional femenino fueron interrumpidos en los últimos días después de que se arrojaran juguetes sexuales a las canchas, lo que dejó a jugadores y entrenadores frustrados y a los fanáticos desconcertados. (…) Dos de los instigadores ahora enfrentan cargos criminales y la Asociación Nacional de Baloncesto Femenino (WNBA) ha condenado tal comportamiento”. Al parecer, según se reporta en la misma nota, miembros de un grupo de memes se hicieron responsables de haber lanzado consoladores de colores brillantes a las canchas y a las bancas de las jugadoras durante algunos partidos. “Los jugadores y entrenadores -dice la nota- están preocupados por la seguridad y el significado y la hostilidad detrás de los incidentes”. Por supuesto, quien sea responsable de semejantes despropósitos, ha de pensar que es sumamente divertido realizar algo así y quizá pudiera argumentar que sólo se trata de una broma inocente. No obstante, no hay nada de ingenuidad detrás de semejante “broma” y aunque los organizadores de esos grupos de memes argumenten que lo hacen “para llamar la atención”, es necesario decir que no es algo que deba tomarse a la ligera. Por supuesto, no vemos que estas acciones se realicen en partidos de la NBA o en los de la NFL o de la liga colegial que se juegan en la presente temporada. En realidad, se trata de ridiculizar a las mujeres, no hay más.

Por otro lado, recientemente se han viralizado en TikTok e Instagram una serie de videos “graciosos” creados con IA en donde vemos a deportistas mujeres compitiendo en disciplinas como “lavar trastes”, “aspirar”, “limpiar pisos y baños”, entre otras labores domésticas. Lo intitulan, por ejemplo, como “cleaning dishes olympic sport in year 2067”. Los videos tienen cientos de miles de vistas, e igual cantidad de “likes” y han sido compartidos igual cantidad de veces. Estos videos ya han sido denunciados en diversos perfiles feministas o donde se divulga contenido sobre igualdad de género por sus más que claras intenciones misóginas. No he visto ninguno donde se coloquen a varones deportistas realizando las mismas actividades. Los comentarios van en esta tónica: “por fin las verdaderas olimpiadas femeninas” o “¿a dónde inscribo a mi novia?” o “eso para las feministas que dicen que no las incluimos en los deportes”. ¿Así o más machistas?

Tanto en el lanzamiento de consoladores, como en la creación de estos videos, de lo que se trata es de crear una “broma” que pueda ser viral, llamar la atención y cosechar hartos “likes”. Pero no nos engañemos, no es que la seducción del estrellato en redes sociales motive a estos “divertidos y ocurrentes” creadores de contenido. Lo que en verdad está detrás de estos contenidos, es el machismo más vulgar. En efecto, es el disgusto que tienen muchos y muchas machirrines y machirrinas por la mera existencia de las mujeres en los deportes. Para estos misóginos las mujeres deben estar en casa cumpliendo su “rol histórico” y no en las canchas, en las pistas de atletismo o en los recorridos de montaña, entre muchas de las disciplinas donde las mujeres se destacan. Esto es equiparable al golpe que le propinó un jugador de las Águilas Blancas del Politécnico a la pateadora de gol de campo Andrea Martínez de los Pumas CU, acción deliberada y detestable pues claramente fue a golpearla, no a bloquear la patada. Cualquiera que esté cerca de ese deporte sabrá que ningún jugador que va a bloquear una patada de punto extra o de gol de campo va directamente contra el pateador. ¿Habrá sido para darle una lección a la chica que se “atrevió” a jugar futbol americano con hombres? Estoy seguro de ello. No, definitivamente no me parecen divertidas estas “chacotas”; por el contrario, me parece más bien la clara manifestación de la incomodidad y molestia que ha producido en muchos varones la mera existencia del deporte femenino. Pero, además, se suma a la vasta cantidad de discursos de la machósfera, que a su vez se ven reforzados por el avance, al parecer incontenible, de las ultraderechas en el mundo. Bromas… ¡pamplinas!