Delincuentes que se disfrazan de políticos y luego de empresarios, recrimina
El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, lanzó una dura advertencia al asegurar que los grupos delictivos más peligrosos son los delincuentes que se disfrazan de políticos y luego de empresarios, esto después de revelar la existencia de una presunta red de corrupción que operó durante administraciones pasadas y que habría provocado un daño superior a 4 mil 500 millones de pesos al erario estatal.
En rueda de prensa, el mandatario señaló que su gobierno actualmente enfrenta nueve litigios relacionados con contratos inflados, obras con “vicios ocultos” y finiquitos alterados, mecanismos que expresó, eran utilizados por funcionarios, empresarios y operadores judiciales para justificar pagos millonarios por trabajos inexistentes o irregulares.
A este esquema lo denominó “el Cártel de los Contratos y las obras ocultas”.
Una red que involucraba políticos, empresarios y jueces
El mandatario detalló que la estructura operaba desde dependencias clave como Finanzas e Infraestructura, donde se simulaban ampliaciones de obras o se añadían kilómetros y reparaciones inexistentes para justificar incrementos de hasta 50% en los costos finales.
Aseguró que en estas prácticas participaban también integrantes del Poder Judicial, quienes, según su declaración, avalaban litigios y resoluciones en beneficio de las empresas constructoras involucradas.
“Era toda una red de corrupción: ministros, jueces y abogados que se suponía defendían al gobierno, pero eran cómplices de los empresarios. Esa mafia le costó a Puebla 4,500 millones de pesos”, afirmó.
El Museo Barroco como ejemplo del saqueo
Armenta retomó el caso del Museo Barroco, proyecto contratado por administraciones anteriores y cuyo costo final, dijo, representa uno de los mayores ejemplos de endeudamiento injustificado.
Señaló que la obra, originalmente calculada en 800 millones de pesos, terminó representando un compromiso financiero equivalente a 14 mil millones, monto que su administración aún debe cubrir.
“Mientras una empresa y un grupo de delincuentes se beneficiaron, Puebla pudo haber comprado más de 14 mil tractores para tecnificar el campo. Esa es la dimensión del saqueo”, apuntó.
El fin de los “moches” en obra pública
Armenta sostuvo que uno de los principales golpes a esta red fue la eliminación de los “moches” en proyectos de pavimentación y obra pública. Explicó que, gracias a convenios con Pemex y a la adquisición de maquinaria estatal, el costo de construir calles se ha reducido hasta un 60%.
Afirmó que esta medida afectó intereses económicos de quienes anteriormente obtenían ganancias de entre el 15% y 20% en cada obra.
Acusa campañas financiadas por la misma red
El gobernador aseguró que los ataques mediáticos en su contra y contra la presidenta de la República provienen de los mismos grupos que perdieron privilegios y que, afirmó, aún poseen miles de millones de pesos acumulados durante los años de corrupción.
"Se les acabó la milpa y el moche. Por eso financian campañas contra nosotros”, enfatizó.
“Estamos desmantelando el régimen corrupto que heredamos”
Armenta insistió en que durante su primer año de gobierno se ha enfocado en desmontar las estructuras de corrupción heredadas de administraciones pasadas, particularmente, de gobiernos panistas acusados de haber protegido el robo de hidrocarburos.
Finalmente, recalcó que su gobierno se guía por principios éticos y que mantendrá su compromiso de combatir la corrupción hasta el final de su administración.