Sus restos presentaban huellas de tortura
Bernardo Bravo, presidente de la asociación de limoneros de Apatzingán, fue asesinado en el contexto de una serie de extorsiones a productores del estado de Michoacán.
De acuerdo con los reportes de medios locales, sus restos hallados en la carretera Apatzingán- Presa del Rosario, durante la jornada del lunes, presentaban huellas de tortura.
El líder del sector limonero en la tierra caliente de Michoacán, denunciaba desde hace tiempo las amenazas del crimen organizado a sus parcelas e inclusive había encabezado una manifestación exigiendo condiciones de seguridad y un mejor precio en la compra del cítrico.
En Apatzingán, el sector citrícola sufre extorsiones por parte de grupos criminales como Los Viagras y además de otros grupos como Los Blancos de Troya, Los Caballeros Templarios y el Cártel de Acahuato. Antes de su asesinato, Bernardo Bravo acusó que él y sus compañeros estaban “permanentemente secuestrados” por las cuotas que les exige el crimen organizado por su cosecha.
El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, expresó sus condolencias hacia los familiares y amigos del empresario limonero que fue encontrado sin vida cerca de la localidad de Los Tepetates.
En el comunicado, el titular del Poder Ejecutivo Estatal manifestó que se trabaja de manera coordinada con la Fiscalía General del Estado de Michoacán (FGE), que dirige el titular Carlos Torres Piña, a fin de que se pueda esclarecer el caso y dar con el paradero del o los agresores que le arrebataron la vida al limonero.
