Desde el cierre de Marineland Antibes el pasado enero, tras la prohibición en Francia de los espectáculos con cetáceos, madre e hijo siguen confinados en estanques descuidados.
En el sur de Francia, cerca de Cannes, dos orcas viven atrapadas en un escenario desolador: un parque marino cerrado, cubierto de algas, sin visitantes ni espectáculos, pero con sus habitantes aun esperando ser rescatados.
Se trata de Wikie, de 23 años, y su hijo Keijo, de 11, las últimas orcas en cautiverio en todo el país. Desde el cierre de Marineland Antibes el pasado enero, tras la prohibición en Francia de los espectáculos con cetáceos, madre e hijo siguen confinados en estanques descuidados, junto a una docena de delfines. Las imágenes recientes, tomadas desde el aire, muestran un panorama inquietante en donde se observa a los animales nadado a su suerte en medio de la suciedad.
Organizaciones animalistas, como TideBreakers, difundieron las imágenes con la esperanza de presionar al gobierno francés para que intervenga antes de que sea demasiado tarde.
Sin embargo, hasta el momento se desconoce qué ocurrirá con los animalitos pues el gobierno de Francia ha bloqueado su traslado a un acuario en Japón, mientras que España rechazó recibirlos en Loro Parque, en Tenerife, argumentando que el lugar ya no tiene espacio suficiente para albergarlos adecuadamente.
Liberarlas al océano no es una opción pues ambas nacieron en cautiverio y no sabrían sobrevivir en libertad sin embrago los especialista alertan que los animalitos no pueden permanecer más en el abandono y buscan revindicar su trabajo sirviendo de entretenimiento, pues ahora merecen una vida digna, y un lugar limpio y seguro.