La editorial escribe Jesús Olmos
La revelación de que un grupo empresarial le adeuda al Sistema de Administración Tributaria más de 70 mil millones de pesos y que ha pospuesto el pago mediante una serie de litigios, mecanismos chuecos, argucias legaloides y justificaciones ideológicas, ha puesto en el centro del debate la forma en la que operan los grandes consorcios en México.
Mientras a este grupo empresarial que une tiendas de abonos chiquitos, intereses estratosféricos, televisoras que descontextualizan todo y que parten de una concesión pública para esparcir su veneno en la sociedad, la sociedad reclama a su dueño que se ha hecho millonario por evadir impuestos, por abusar de la necesidad de la gente y por sus influencias.
Todo en el relieve muestra el modus operandi de algunas figuras del pasado, quienes desde la extrema derecha, han hecho negocios jugosos por décadas, acentuando sus fortunas, devolviendo muy poco de lo que le quitan al país y presumiendo lujos que no hubieran tenido de no haber sido por un sistema que más que premiar al inversión, deja impune al evasor.
@Olmosarcos-
