La editorial escribe Jesús Olmos
Ni el privilegio de tener un diagnóstico claro había tenido un animalito, luego más de 36 horas en posesión de Protección y Control Animal de la Zona Norte.
Ahí, como si de una carga se tratara lo tenían encerrado en una jaula, sin atender, lastimado, sufriendo y solo con la aplicación de sedantes para “aliviarlo”, sumado a la sugerencia de “mejor dormirlo”.
Casi dos días después solicitaron a al Instituto de Bienestar Animal estatal, una radiografía y por vía telefónica pidieron ir a recogerlo, firmar responsivas y quitarles la carga, porque ellos no moverían un dedo por el pequeño.
¿Es el Bienestar Animal un compromiso de papel y pose para los gobiernos municipal y estatal de la Cuarta Transformación, una estrategia solo para atender una moda, o le quitarán la razón a sus detractores y comenzarán a ofrecer alternativas acordes a su ideario de amor por puebla y una ciudad imparable no solo a los ciudadanos, sino a aquellos que cohabitan entre nosotros, pero no tienen voz?
@Olmosarcos_