La editorial escribe Jesús Olmos
De un momento a otro, ciento de fotografías de manifestantes en medio del fuego y la destrucción de una patrulla de la Policía de los Ángeles se distribuyeron como pólvora en las redes sociales.
Era algo previsible, porque la incursión de las redadas de Donald Trump contra los migrantes en una zona que ha sido santuario para esta comunidad, subía la apuesta y era como correr fuego en un bidón de gasolina.
Lo extraño vino cuando, desde cuentas en un perfecto español, enlazadas con usuarios asiduos de la derecha en México se fustigó contra los connacionales que salieron a las calles a repudiar lo que consideraron un ataque de Trump a su territorio e identidad.
Es ahí donde más se alimenta la idea de una mano furiosa detrás, no tanto de la difusión y control de las imágenes, sino de un discurso que dejaría mal parados a los mexicanos en Estados Unidos y que sirve para alimentar a una derecha mexicana consumida por sí misma.
@Olmosarcos_