Barroco: historia de un saqueo

Barroco: historia de un saqueo
Fernando Maldonado
Parabólica

Parabólica.MX escribe Fernando Maldonado  

El Museo Internacional del Barroco resultó una mina para quien ideó el esquema de financiamiento para un estado con las carencias que posee Puebla desde hace décadas. Y aunque por años se ha especulado sobre sus orígenes, lo cierto es que originalmente para el desarrollo del proyecto se tenía un costo de 350 millones de pesos.

La danza de las cifras es descomunal al final de la construcción del edificio en tonos blancos que se distingue sobre la vía Atlixcáyotl, entre el Tec de Monterrey y el bulevar Municipio Libre (Las Torres) al que la picaresca ha denominado como el “servilletero”.

Solo por concepto de pago de la deuda el gobierno de Alejandro Armenta, como lo hizo antes el de Sergio Salomón y también debió hacerlo contra su voluntad el del difunto Miguel Barbosa, cada día se debe pagar 1 millón 400 mil pesos en promedio pues cada mes hay que abonar 43.5 millones de pesos por concepto de deuda.

La danza de las cifras es descomunal si se toma como base la cifra inicial que, en 2011, al inicio del gobierno del panista Rafael Moreno Valle, ofreció la ex titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia, María Teresa Franco González Salas, justo en el último año del sexenio del panista Felipe Calderón.

Fue en ese año que el entonces gobernador, fallecido en diciembre de 2018 tras la caída del helicóptero junto con su esposa Martha Erika Alonso, llamó a un grupo de urbanistas para pulsar la opinión de conocedores sobre viabilidad, localización y características de lo que luego sería el proyecto insignia de ese gobierno caracterizado por la opacidad y el dispendio.

Entre los consultados hubo una voz autorizada que calculó la obra en 600 millones de pesos, pero entonces intervino quien luego se sabría, era el responsable del manejo de las finanzas públicas y personales del inquilino de Casa Puebla y aspirante a la candidatura presidencial.

Se trataba de Roberto Moya Clemente, el heredero de la senaduría a la muerte del jefe de un clan al que le gustó el dinero en demasía. No es una apreciación subjetiva, sino la definición precisa de ese urbanista al que Moreno Valle llamó para calcular desafíos para la elaboración de un museo a partir de la bolsa de dinero que Franco González Salas puso en manos de Moya Clemente.

Lo demás es historia. El pomposo Museo Internacional del Barroco significó una deuda de 4 mil 500 millones de pesos que luego se redujo a 2 mil tras una negociación que concretó el gobierno de Alejandro Armenta, y que, de acuerdo con el anuncio del propio mandatario, este miércoles habrá nuevos avances.

El anticipo de esa información en vías de hacerse pública ocurre luego de una advertencia hecha la semana previa en el sentido de iniciar investigaciones en contra de los funcionarios del pasado que se encuentran vivos sobre presuntos actos de corrupción, como lo sugiere el irracional incremento del costo de un museo que nadie había pedido, salvo los voraces apetitos personales de quienes encontraron una forma de obtener dinero a raudales y por un largo periodo.

Los funcionarios de gabinete y legisladores habían sido convocados a las 8:00 de la mañana en ese inmueble que bien pudo considerarse el monumento a un régimen de saqueo, corrupción y oprobio, pero se pospuso por unos días más.

@FerMaldonadoMX