Atiende enfermedades gastrointestinales, de transmisión sexual y de salud mental que podrían padecer los estudiantes extranjeros durante su estancia en México
La Clínica de Atención Preventiva del Viajero (CAPV) de la UNAM impulsa acciones especializadas para mejorar la atención de grupos clave, como los estudiantes de otros países que cursan estudios en el Centro de Enseñanza para Extranjeros (CEPE).
“Nos visitan en la sede del CEPE por padecimientos que adquieren durante su estancia temporal en México, como infecciones transmisibles, enfermedades de transmisión sexual y, en algunos casos, por atención en salud mental”, aseguró Jorge Baruch Díaz Ramírez, responsable de la CAPV.
El funcionario afirmó que ningún otro centro universitario en América Latina ofrece un servicio integral de promoción y prevención en salud del viajero como el que brinda la CAPV. “Cada destino implica riesgos sanitarios distintos. No es lo mismo viajar a Canadá, Uganda o Brasil. Por ello, es fundamental contar con una unidad especializada como ésta en México”.
La CAPV opera en dos sedes: Ciudad Universitaria y la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, esta última pionera en su tipo. Atienden a tres perfiles principales de viajeros.
Uno, estudiantes y visitantes extranjeros que residen temporalmente en México. Las enfermedades más comunes que presentan son gastrointestinales, dermatológicas (como dermatitis o reacciones a picaduras) y respiratorias, aunque también hay casos relacionados con infecciones de transmisión sexual. “Los viajeros tienden a desinhibirse. Hay estudios que indican que entre el 30 y el 50 % de ellos tienen actividad sexual durante sus estancias, y no siempre toman precauciones”.
Dos, mexicanos con estancia temporal en el extranjero, muchos de los cuales no tienen actualizada su cartilla de vacunación en la edad adulta, lo que representa un riesgo tanto para ellos como para la comunidad local. Se estima que sólo entre el 20 y 30 % de este grupo tiene su esquema completo.
Tres, viajeros que acuden a consulta antes de salir del país, especialmente aquellos con destino a regiones tropicales y subtropicales. Suelen requerir vacunación o quimioprofilaxis, es decir, tratamientos preventivos con base en antibióticos para disminuir el riesgo de enfermar durante su estancia debido a actividades específicas como safaris, misiones, voluntariado, estancias universitarias en el extranjero o eventos deportivos.
Es crucial que los miembros de la comunidad de la UNAM sepan que cuentan con un servicio especializado para reducir los riesgos en viajes internacionales, relató Baruch Díaz. “Especialmente investigadores y estudiantes con movilidad académica deben considerar esta atención, en particular si viajarán a zonas de riesgo epidemiológico”.
Además, mencionó que las unidades son únicas en su tipo al combinar servicio, investigación y docencia. “Cuentan con los únicos médicos certificados en México para la atención de la medicina del viajero”.
Con cita previa
Realizar una consulta antes de un viaje no es cosa menor. “Está documentado que acudir con un experto en medicina del viajero puede reducir hasta 72 % la probabilidad de enfermar durante la estancia. En nuestro país no tenemos aún una cultura fuerte de la prevención, pero la salud durante un viaje exige planeación y asesoría adecuada”, señaló Jorge Baruch Díaz.
En promedio, dijo, la Clínica atiende –con previa cita, porque es necesario revisar el itinerario y riesgos específicos– de 15 a 20 personas por día en sus dos sedes, pero recibe entre 250 y 300 solicitudes diarias de información vía telefónica, WhatsApp o correo electrónico. El servicio está abierto a todo público, con tarifas diferenciadas para la comunidad universitaria. “Las consultas van desde 850 hasta mil 100, pesos y las vacunas tienen distintos precios, de 560 a 4 mil 250 pesos, dependiendo de cuál sea. Esto es porque la Clínica no recibe presupuesto directo de la UNAM; somos una unidad autosustentable que genera ingresos propios para seguir operando”, explicó.
Uno de los principales desafíos, acotó, es la dependencia del mercado global de vacunas. “México no produce muchas de ellas, por lo que los brotes globales, como el reciente de fiebre amarilla en Sudamérica, pueden afectar la disponibilidad de dosis y, por ende, nuestra capacidad de atención”.
Hoy en día, la Clínica cuenta con 15 integrantes, entre médicos certificados por la Sociedad Internacional de Medicina del Viajero, personal administrativo, pasantes y colaboradores. Además, brinda canalización para casos de salud mental y atención especializada, en coordinación con otras instancias universitarias y de salud.
Para finalizar, invitó a la comunidad universitaria a acercarse con el propósito de que conozcan el mejor servicio de medicina del viajero en el país. “Seguiremos trabajando para ampliar sus beneficios a toda la sociedad”, concluyó.