El Blog de Puebla Deportes escribe Antonio Abascal
La creación de la Secretaría del Deporte y la Juventud, así como la Universidad del Deporte es la muestra de la importancia que la actual administración estatal que encabeza Alejandro Armenta confiere al deporte entendido con una poderosa herramienta para reconstruir el tejido social por la disciplina y los valores que enseña a sus practicantes, además de fortalecer la unión familiar al involucrar a todos los integrantes en el desarrollo y camino del atleta. En varias ocasiones, el Gobernador Armenta ha explicado la diferencia entre una política pública y una política de estado, ya que la primera es de aplicación pasajera, “una moda” de alguna administración y la segunda se produce cuando se institucionaliza, por ello, la creación de la Secretaría del Deporte y la Juventud y la Universidad del Deporte que nacieron con la reforma a la Ley Orgánica del Estado, pero justamente en la mañanera del pasado lunes 28 de julio el mandatario estatal profundizó en la idea al informar que ya envió a Congreso del Estado la propuesta para elevarlas a rango constitucional con lo cual se afianzaría esa institucionalización en lo que calificó como una aportación administrativa ya que, de esa manera, se les blindaría y se evitaría que futuras administraciones sin interés por el deporte frenaran el desarrollo tanto de la Secretaría como de la Universidad del Deporte.
Junto a la creación de estas instituciones se han dado pasos muy grandes como pagar la millonaria multa con la Comisión Nacional del Deporte que ascendía a veintisiete millones de pesos y que iba creciendo por los intereses, pero que además evitaba que Puebla fuera sede de competencias a nivel nacional e internacional, perdiendo posibilidades de fogueo para los deportistas locales y una buena inyección económica a través del llamado turismo deportivo; desde el principio de la administración se habló de esta deuda heredada y se acudió a la CONADE para dejar en claro la intención de pagar, semanas más tarde se cerró la deuda y, de inmediato, se logró que el director, Rommel Pacheco Marrufo, volteara a la entidad al otorgar la sede de dos disciplinas de la Olimpiada Nacional 2025: Ajedrez y boxeo, a lo que se sumaron los Juegos Deportivos Nacionales Escolares, mientras que se lograba la sede de la Universiada Nacional y más tarde llegaron el VIII Tazón México de la liga de futbol americano profesional, el NORCECA de voleibol de sala, en octubre se recibirá una fecha de la copa del mundo de voleibol de playa y en abril del próximo año la primera fecha del serial de copas del mundo de tiro con arco por lo que se albergará a los mejores trescientos arqueros del orbe, más lo que se acumule.
Desde abril pasado, Puebla regresó con fuerza a la esfera del deporte nacional: La Universiada organizada principalmente por la BUAP fue un ejemplo de trabajo conjunto porque el Gobierno del Estado pagó la fianza ante el Consejo Nacional del Deporte y la Educación, luego varias universidades privadas como la UPAEP y la Interamericana se sumaron con sus instalaciones en algunas disciplinas para ofrecer una buena organización, a pesar de que en esas semanas de mayo el clima empezó a complicar el panorama, mientras organizativamente se cumplía, en el plano competitivo la BUAP tuvo su mejor participación histórica al igual que la UPAEP que tuvo buenos resultados en natación, tae kwon do y baloncesto, como dicta su tradición.
Puebla se lució con los Juegos Deportivos Nacionales Escolares, primero al convertirse en el primer estado en organizar la competencia para los tres niveles escolares: Bachillerato, Primaria y Secundaria, en el orden en el que se realizaron, recibiendo a 11,500 estudiantes en tres semanas, una cifra mayor a la que París tuvo que hacer frente hace un año en sus Juegos Olímpicos donde albergó a 10,500, tal y como lo destacó en la ceremonia de clausura el periodista deportivo, Alberto Lati. La ceremonia inaugural fue muy ambiciosa y se logró conjuntar la modernidad con elementos creados con inteligencia artificial, como la mascota, Axolín, como los aspectos tradicionales de la entidad: Fue una gran idea que el ya señalado Axolín diera la bienvenida en las lenguas indígenas que se hablan en el territorio poblano, de la misma manera, el encendido del fuego se realizó en Cantona y recorrió algunos de los municipios y zonas turísticas de la entidad antes de llegar al Gimnasio Miguel Hidalgo donde medallistas poblanos de Olimpiada Nacional la portaron antes de entregar al campeón Julio César Chávez quien encendió el pebetero. Rommel Pacheco reconoció que Puebla puso la vara muy alta no sólo con la inauguración sino con la forma en la que trató a los atletas, en la manera de reconocerlos y de vibrar con ellos.
Muchas historias se escribieron a lo largo de esas tres semanas, atletas del interior del estado mostraron su capacidad subiendo al pódium, a nivel primaria la entidad se metió al cuarto lugar del medallero con seis de oro, diez de plata y catorce de bronce, con un gran trabajo en el atletismo, mientras que a nivel secundaria se logró un oro histórico en voleibol varonil, primero porque no es una disciplina en la que haya una tradición ganadora y segundo porque el equipo procedía de Quecholac que en la final derrotó a una potencia como Sinaloa, con el peso de que los jóvenes dedicaron el triunfo a don Jorge, padre del capitán José Jorge Jiménez, quien no sólo fue el benefactor del equipo que pagaba uniformes, inscripciones y viajes a torneos, sino el motivador; sin embargo, don Jorge falleció a inicios de año y los jugadores no lo olvidaron en el momento del triunfo.
Tras el éxito de los Juegos Deportivos Nacionales Escolares, siguió la organización del ajedrez y del boxeo de la olimpiada nacional, otra vez cumpliendo con nota en materia organizativa reconocida por los propios atletas y entrenadores de otros estados. En el boxeo se lograron nueve medallas, cuatro de plata y cinco de bronce con una generación de pugilistas joven, que en varios casos tuvo su primera experiencia, pese a lo cual se metieron a las medallas; hace una semana, la jornada del jueves 24 de julio resultó muy emotiva con más de treinta finales donde otra vez Rommel Pacheco reconoció el esfuerzo poblano, adelantando que habrá mucho más en los próximos meses. En medio de los Juegos Deportivos Nacionales Escolares y la Olimpiada Nacional, el VIII Tazón México se jugó bajo una pertinaz lluvia que no detuvo a la afición poblana ni a los jugadores que ofrecieron un duelo cerrado y emocionante que se saldó con el triunfo de los Mexicas 13-12 ante los Osos de Monterrey.
En el plano deportivo, Puebla cerró la Olimpiada Nacional en el vigésimo quinto lugar con once medallas de oro, cuarenta de plata y setenta de bronce para sumar 121. Por número de preseas totales tuvo más que Hidalgo, Chiapas, Campeche, Michoacán y Nayarit, las mismas de San Luis Potosí, pero son las preseas doradas las que determinan el lugar definitivo y ahí cayeron pocos por varias razones que van desde los cambios generacionales en algunas disciplinas, hasta cuestiones propias de la competencia. La radiografía que representa este medallero muestra muchas áreas de oportunidad para las asociaciones deportivas escolares y para la Secretaría del Deporte y la Juventud porque el deporte no es generación espontánea, no existen las varitas mágicas para borrar años de olvido, sino que se requiere de trabajo multidisciplinario (psicológico, nutricional, mejores entrenadores en algunas disciplinas, fogueos), mucha coordinación entre Secretaría y asociaciones y apoyos en distintas áreas. El objetivo final es colocar a Puebla en el top ten del medallero, por lo que esta Olimpiada Nacional que tomó a la entidad no sólo en el inicio de la administración, sino en el cambio ya descrito de Instituto a secretaría ofrece un panorama muy claro para aprender sobre la marcha, repetir situaciones positivas y aplicar los aprendizajes para mejorar, dicho de esta manera el medallero debe ser visto como un punto de partida.
Si repasamos las últimas actuaciones poblanas en la Olimpiada Nacional: 125, con veintiocho oros en 2024; 113 y 31 oros en 2023 y 78 preseas con veinte doradas en 2022, llegaremos a una conclusión: Puebla depende demasiado de algunos atletas que explotan en alguna categoría, pero luego sufre en el momento del cambio generacional; justamente ese fue uno de los factores que frenaron a la natación o al atletismo con respecto al año pasado; de tal manera, si se logra edificar un sistema eficaz en el que no se dependa del talento individual, sino que exista una estructura que permita hacer frente a esos cambios generacionales con un semillero más constante, se podría acercar el objetivo no sólo de acercarse a ese top ten del medallero, sino a mantenerse como lo han logrado Jalisco, Nuevo León y Baja California que son las verdaderas potencias de la Olimpiada Nacional; sin dejar pasar que existe un debate en los pasillos deportivos sobre la factibilidad de elegir disciplinas donde hay posibilidades de brillar y sumar muchas preseas o la idea de mantener la presencia en la mayoría de disciplinas que tienen verificativo en la Olimpiada Nacional.
El deporte no es generación espontánea, pero la verdadera forma de medir los avances en materia de Olimpiada Nacional para el estado será la comparación del medallero de este 2025 con los de los próximos años, sin dejar de atender a los atletas que lograron meterse a finales y no lograron medallas, pero que tienen el potencial de mejorar sus resultados en las próximas ediciones. Al final de cuentas, hace unos años Puebla ya se asomó a los primeros diez lugares en el medallero y luego se vino abajo, por lo que más allá de presentar una mejoría en los años subsecuentes, el verdadero reto para la Secretaría del Deporte y la Juventud será sentar las bases para que la entidad aparezca en ese top ten de manera regular.
Han sido semanas intensas para el deporte poblano y para la entidad como organizadora, no podemos perder de vista que no sólo se recibieron a los tres niveles educativos: Bachillerato, primaria y secundaria, antes ya se había albergado a los universitarios, luego siguieron los llamados a llegar al alto rendimiento en ajedrez y boxeo, a la par de recibir el Norceca de voleibol de sala, el VIII Tazón México, la Nascar México de automovilismo y nacionales de asociaciones deportivas como los patines sobre ruedas y la próxima semana el tenis; por ello, no es exagerado decir que en estas últimas semanas, Puebla ha sido epicentro del deporte nacional, ha mostrado algunos atletas que han logrado hitos (sus mujeres, como María José Rodríguez y Alexandra Monhaupt destacan en el automovilismo) y, lo mejor es el banderazo de salida porque todo esto demuestra que el apoyo al deporte al considerarlo como herramienta de transformación social no es un discurso, es una intención definida como política de estado.
@abascal2