Lunes, 09 Octubre 2023 22:24

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Escribe Israel León O’Farrill

 

Hace poco leí una publicación en el Facebook que más o menos rezaba de esta manera: “Pregunta seria: ¿A qué edad se nos cae el pirrín de leche y nos sale el fierro destripador de 25 cms? Por supuesto que me reí de inmediato, pero, como cualquiera lo haría -imagino-, de inmediato quise correr a buscar una cinta métrica. Pudiera afirmar sin temor a equivocarme, que la enorme mayoría de hombres en este mundo hetero- patriarcal- falo céntrico, se ha preocupado por el tamaño de su pene ya que, según el saber popular, va intrínsecamente ligado a la virilidad, es decir que mientras más grande sea, más hombre se es. Un macho que se respeta ha de tener la capacidad de satisfacer a su “hembra” (y a las que se acumulen, claro está) y lo ha de hacer con el máximo instrumento de satisfacción que podemos ofrecer como hombres: el pene y debe ser grande. Como respuesta a lo anterior, apunta un dicho popular que “no importa lo largo ni lo grueso, sino el tiempo que dure tieso”; y está ese otro que dice “es corta, pero llenadora”. En este sentido, un amigo de la Universidad que presumía de estar muy “piesón” decía que esas frases eran el consuelo de aquellos que tenían el pene chiquito. Por cierto, también existe la creencia de que el tamaño del pene está relacionado con la estatura del sujeto y con su corpulencia y su belleza, es decir, que aquellos hombres que podríamos denominar, jugando a las clasificaciones científicas en griego, “altus, guapus, mamadus” son, a su vez, “fierrus enormus”. Imagino que a los machirrines que estén leyendo esto les está revoloteando en la cabeza la duda de dónde encajan o creen tener la certeza de que no cumplen con los requisitos y empiezan a tener un ataque de ansiedad buscando una regla o una cinta métrica.   

Para tranquilidad de chicos y grandes -de pene, edad y circunferencia abdominal- en realidad el tamaño poco importa a la hora de una relación sexual, a menos que nos encontremos atrapados, hombres y mujeres, en el pensamiento patriarcal falo céntrico, como he dicho con antelación. Esto es que sí, para terror de muchos, existen mujeres que piensan que un pene grande les dará mucha satisfacción y hay muchas otras que salivan al ver al “altus guapus mamadus” del gimnasio al que asisten, pensando que con el paquete que seguramente trae, tirará cocos de las palmeras. Esas mujeres también centran la experiencia sexual y el aprecio a sus parejas en el pene y se encuentran atrapadas irremediablemente en la misma condena patriarcal.

Es probable que no me crean, así es que los remitiré a un estudio que se hizo en el año 2017 y fue publicado en  2018 en la Revista Mexicana de Urología: “Correlación entre medidas antropométricas y peneanas en la población mexicana”, investigación realizada por Luis Daniel Carrillo-Córdova, Daniel Calvo-Mena, Eli Jalil Camilo-Martínez, Noé Garduño-Segovia, Samuel Aguilar-Pérez, Mateo Leopoldo Garduño-Arteaga, Jorge Jaspersen-Gastelum, que, según informa en el resumen,  fue un estudio “transversal efectuado en hombres que acudieron al servicio de Urología del Hospital General de México, entre marzo y octubre de 2017. Se determinaron las medidas de circunferencia de la base del pene, circunferencia del surco balano-prepucial; longitud de la base a la punta y longitud de la base a la punta en estiramiento; además, se buscaron correlaciones entre éstas y datos antropométricos como: talla, peso, índice de masa corporal e índice cintura-cadera”. Para su sosiego, el tamaño del pene del mexicano promedio no es diferente del de otras culturas, esto es que los resultados son similares a los de otros estudios que se han realizado en el mundo: entre 9.5 y 13.5 cms, aproximadamente. Según dicen, la “revisión sistemática más grande publicada incluyó 15,521 hombres y entre las variables analizadas reportó una longitud promedio en flacidez de 9.16 cm y alargado de 13.24 cm, con longitud en erección de 13.2, circunferencia en reposo de 9 cm y en erección de 11.66 cm”. Así es que, no se preocupen, si se encuentran en esos rangos, pues son totalmente normales. Ahora que, si su parámetro son las páginas picosas, están perdidos, pues en realidad ahí no hay normalidad. 

Debes tomar en consideración que si tu esposa- novia o “quelite” se ríe de tus chistes sebos y no tiene problema con tus flatulencias, eructos y rascadas de entrepierna, dudo que el tamaño de tu pene sea un tema para considerar. El tamaño de tu intelecto y tu deseo de conocer el mundo (especialmente el de ella), la capacidad que tengas de estar en contacto con tus emociones, la forma en que te integras con tu pareja para realizar las cosas de la vida cotidiana (sí, me refiero a todo lo concerniente con el hogar, incluida la cocina) y la fuerza para afrontar la responsabilidad de tus decisiones, bueno, según me han dicho, ponen más cachondo que un pene descomunal. Y sí, tú, aquel que se lo midió y resultó ser mucho más grande que las medidas que he dicho y por eso piensas que eres un ente superior, ¡felicidades, echa cohetes y cuéntaselo a quien se deje! Después de todo, la vida no se centra en el pene, también hay que trabajar, estudiar, comer, ir al cine, al parque y un largo etcétera donde, desafortunadamente no puedes tener el pene de fuera para que todos te lo admiren… 

Nota final. Esta es la primera entrega de esta columna donde intentaré hablar de cosas que reflexiono sobre mi condición de hombre, una que me fue impuesta desde que nací y que me estoy cuestionando todo el tiempo. No, no soy gay, no soy débil ni me pega mi “vieja”. He sido misógino, homófobo, racista y clasista y ahora, con convicción, estoy tratando de escaparme de las estructuras patriarcales en las que me encuentro envuelto. Por tanto, hablaré aquí de mi proceso y de las reflexiones que tenga. Advierto, eso sí, que soy proaborto, pro-matrimonio igualitario, pro-trans, terriblemente crítico con las instituciones políticas y religiosas y sus hipocresías y, me siento cómodo con la idea de que mujeres y hombres empecemos a dejar atrás toda esa carga del género. No es fácil escribir y leer sobre estos asuntos tan incómodos, pero te invito a que lo hagamos juntos. ¡Hasta la próxima!       

https://parabolica.mx/2023/estatal/item/13092-convoca-sep-a-docentes-de-basica-y-media-superior-a-cursos-de-formacion

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