El nuevo Estado Mexicano

El nuevo Estado Mexicano
Alvaro Ramírez
Piso 17

Piso 17 escribe Álvaro Ramírez Velasco

La llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia en diciembre de 2018 no puede entenderse como una meta definitiva del cambio en un sistema anquilosado, corrupto y anacrónico, que dejó el neoliberalismo, los dos sexenio de la derecha en el Poder Ejecutivo y más de 80 años de priato recalcitrante; en realidad, ese apenas fue el principio de una reconstrucción, desde las entrañas, del Estado Mexicano.

La tarea es larga todavía y la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo -quien este 1 de septiembre presenta su Primer Informe de Gobierno- ha trazado una ruta para completar lo que ha llamado “el segundo piso de la Cuarta Transformación (4T)”, en un escenario que todavía está plagado de resistencia inerciales de los pasados recientes y remotos, que no son sencillas de vencer.

En el sistema republicano de México el triunfo electoral en la Presidencia requiere acompañarse de una mayoría en el Congreso de la Unión, de preferencia calificada, para poder sacar adelante las reformas constitucionales.

Eso ha ocurrido, con fortuna, porque de otra manera, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados no hubieran podido modificar el andamiaje jurídico nacional, que ha dado ya vida a un nuevo Estado Mexicano.

Veamos: este 1 de septiembre, además del informe presidencial, también arranca funciones el nuevo Poder Judicial Federal, con el pleno -ahora con solamente nueve integrantes- de la Suprema Corte de Justicia (SCJN) a la cabeza.

Los nuevos ministros y ministras, magistrados y magistradas, juezas y jueces son producto de un proceso democrático que aún es perfectible, pero que se realizó por primera vez en la historia y que permitió a los ciudadanos y ciudadanas participar en la conformación de un poder que antes le era ajeno y que en muchos casos le negó sistemáticamente el acceso a la justicia.

En tanto, las dos cámaras del Congreso de la Unión comenzarán también este 1 de septiembre el Primer Periodo Ordinario de Sesiones del Segundo Año de Ejercicio de la LXVI Legislatura.

La Reforma Electoral que ha perfilado la presidenta plantea también un cambio radical para el Poder Legislativo, en donde se concentra todavía un nivel claro de excesos, corrupción y anquilosamiento.

Los líderes parlamentarios, incluidos lo de la mayoría, se manejan como virreyes e incluso han obstaculizado las reformas presidenciales.

Ahí, se pueden ver todavía a personajes que están incrustados en el sistema o en el partido en el poder, pero cuyos pensamientos, vicios y comportamiento ya no van con la visión humanista y cercana a las y los ciudadanos, que impulsa la presidenta.

La propuesta legislativa de Sheinbaum Pardo, será supervisada en paralelo a las cámaras, precisamente porque desde dentro hay resistencias al cambio, una Comisión Presidencial para la Reforma Electoral.

La iniciativa que será enviada en breve, buscará eliminar a los diputados y las diputadas plurinominales, aquellos que llegan por cuotas de partido con base en el número total de votos que obtienen, para sustituirlos por los de primera minoría, quienes aun perdiendo su elección en territorio, hayan obtenido un número de votos que, al final de cuentas, les proporciona una legítima representación popular.

La Reforma Electoral de la presidenta también busca disminuir el presupuesto público que se da a los partidos y el costo de las elecciones.

A pesar de las perversas reminiscencias del pasado, se ha sacudido desde sus cimientos al Estado Mexicano.

El país es otro y no ha sido ni sencillo ni rápido el cambio. Pero hay hoy un nuevo Estado Mexicano.

 

@Alvaro_Rmz_V