Parabólica.MX escribe Fernando Maldonado
El encargado del despacho de la Fiscalía Anticorrupción, Rubén Alberto Curiel Tejeda tiene la oportunidad de dignificar un área sensible en el trabajo que todos los días realiza la Fiscalía General del Estado en materia de investigación de delitos de violencia en contra de las mujeres.
Al autor de la columna confiaron existe de la convicción por atraer el caso de la agente de Ministerio Público Elizabeth Velázquez Cortés, , a quien se le responsabiliza de iniciar la carpeta de investigación y de mantener una sospechosa conducta general que termina por revictimizar a mujeres que han sido violentadas.
El círculo se cierra en torno de esta funcionaria en el aparato de impartición de justicia que parece obedecer a un patrón de comportamiento en casos con particularidades semejantes: las víctimas de violencia doméstica son jóvenes con relaciones asimétricas en las que la parte masculina tiene poder, relaciones y dinero para torcer la ley y la voluntad de funcionarios del aparato de justicia.
En una entrega de la Parabólica el lunes 24 se estableció que “si el camino al infierno está lleno de buenas voluntades, es en mandos medios y funcionarios de medio pelo en donde se puede detectar que el esfuerzo en materia de política pública para contener la violencia en sus diversas modalidades contra la mujer, encuentra cuello de botella”.
Otra funcionaria que ha continuado con esa carpeta de nombre Maricarmen Rojas Méndez encaja perfecto en esa definición. Sobre su escritorio han pasado al menos tres de los casos mas mediatizados en materia de violencia de género y los testimonios de la arbitrariedad y conducta abiertamente, abundan.
Se trata de los casos que en su momento quitaron sueño y tranquilidad a víctimas de violencia de parte de sus respectivos esposos. Ana Karen Rodríguez, a quien el ex marido echó a golpes del domicilio conyugal y arrebató a sus tres niñas menores de edad, que luego de tres años de búsqueda consiguió recuperarlas.
El otro es de September Vélez, casada con un médico de profesión, pero patán por convicción que la golpeó con brutalidad y luego hizo valer sus relaciones y poder para arrebatarle a su hijo, que por fortuna luego de un tortuoso proceso, consiguió conservarlo a su lado.
El más reciente es análogo al de Ana Karen y September. Se trata de Fernanda León, a quien el machin de su exesposo de casi 1.90 de estatura y mas de 100 kilogramos de peso golpeó en repetidas ocasiones contra el suelo ante la mirada y pasividad de sus padres, Israel Neri y Rosa Martha Mendoza para luego llevarse al hijo.
El caso de la desaparición de los elementos probatorios en la carpeta de investigación que integró la agente del MP, Maricarmen Rojas así como las mentiras que plasmó en el documento al establecer que la víctima había estado ingresada en el Centro de Reinserción Social fueron desestimados por el Juez David Rodríguez González que ya había girado orden de aprehensión ¡contra la víctima del agresor!.
Las historias de Fernanda Motta, September Vélez y Ana Karen Rodríguez son ejemplos de porque era indispensable que en un día como el #25N se produjera el mensaje del poder público en todo el país por castigar a los machines patriarcas que golpean, violan y no dudarán en terminar con la vida de sus parejas en todo estrato social.
@FerMaldonadoMX