Parabolica.MX escribe Fernando Maldonado
Si Dios le da a sus mejores hombres las peores batallas, Alejandro Armenta asignó a su coordinador de gabinete, José Luis García Parra la tarea de contener y contraatacar críticas de los opositores a su gobierno y a los de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Evidentemente se trata de una nueva estrategia en comunicación política que el equipo compacto de Armenta puso en ejecución para abrir el juego a perfiles claramente emergentes y de poner distancia entre la trinchera opositora y la investidura gubernamental.
Dotar de nuevos roles a quienes lo han acompañado en la larga brega, hasta llegar al gobierno del estado, según se puede advertir, permitirá foguear a quienes han sido piezas clave desde que se constituyeron como grupo político.
En la mañanera de este lunes se pudo confirmar lo que ya se advertía desde hace dos semanas: Choco, como coloquialmente se le conoce, trae en los bolsillos argumentos y pertrechos para revirar a quienes han levantado la voz para descalificar las acciones de los gobiernos de estatal y federal.
Desde ese nuevo papel se estrenó hace semanas cuando desde la oposición se había puesto en tela de duda el resultado de la política anticrimen del gobierno de Sheinbaum tras la muerte del edil de Uruapan, Michoacán el 1 de noviembre.
Recordó en aquella ocasión los momentos en los que en Puebla regía un modelo de gobierno del Partido Acción Nacional que permitía el crecimiento del crimen, especialmente el robo de hidrocarburos al amparo de los mandos policiacos a cuya cabeza se encontraba Facundo Rosas, jefe del Estado Mayor de la Policía Federal en tiempos de Genaro García Luna.
La de este lunes, fue el propio mandatario el que cedió el micrófono a su coordinador de gabinete: José Luis tiene un comentario.
El funcionario cumplió escrupuloso con la tarea de revirar sobre los cuestionamientos sobre la política pública para el desarrollo de jóvenes.
“Yo te diría, con qué cara, con qué calidad moral señalan (Acción Nacional) que ni se ha actuado debidamente. Mientras en el periodo neoliberal explotaban a los trabajadores a través del mecanismo abusivo del outsurcing, la 4T lo limitó y no solo eso, recuperó el salario mínimo, histórico al pasar de 88 pesos a 207 pesos diarios.
“Ellos les llamaban ninis porque ni estudiaban ni trabajaban, totalmente los jóvenes olvidados y abandonados por el gobierno, 4T les da oportunidades… no tienen ninguna calidad para criticar”.
Los ensayos de sparring han dados resultados, hasta ahora, pero no siempre será así porque a medida que avancen las semanas y los meses, la disputa por la agenda política y mediática irá en aumento por razones electorales.
La capacidad argumentativa y de respuesta inmediata demandará atención y precisión a medida que suba la temperatura política.
Como en toda actividad humana, la práctica hace al maestro y en eso se va a tener que empeñar García Parra y el resto de la integrante del equipo ante una obviedad: el futurismo político ya tiene reservado un sitio especial para Choco, que ya tae los guantes de box bien puestos.
@FerMaldonadoMX