La Iglesia Católica

La Iglesia Católica
Fernando Maldonado
Parabólica

Parabolica.MX escribe Fernando Maldonado

En la Iglesia Católica se dejó de lado la consigna que diferencia entre el gobierno con sus leyes, de la tarea espiritual y moral bajo la cita bíblica “al César lo que es del César y a Dios, lo que es de Dios. Los hombres de sotana y laicos se sumaron a un nado sincronizado para alimentar una narrativa que dibuja un escenario de terror, trazada desde el war room de la oposición conservadora.

Las pruebas de esa intromisión en asunto del hombre, lejos del púlpito, han estado a la vista desde hace semanas. Cada misa dominical obispos y sacerdotes inopinadamente dicen hacer oración por personas que viven duelos o muertes que antes, curiosamente, pasaron por alto, hasta nuestros días para “pasar a la acción”.

 En un país que ya padeció un periodo sangriento como la Guerra Cristera en la década de los ’30 del siglo pasado, la sola mención recuerda que ya hubo derramamiento de sangre al amparo de la fe católica y una corriente de pensamiento ultra conservadora que quiso imponer a sangre y fuego los intereses de quienes dirigían la institución religiosa, como ente de poder terrenal. 

 Los manifiestos políticos desde el púlpito incrementaron en momentos en que opositores al régimen han acechado con mayor virulencia desde la marcha del 15 de noviembre y que amenaza con repetir este 20 de noviembre, justo el día de la conmemoración de la Revolución Mexicana que dotó de tierras a quienes eran desposeídos.

 En grupos de WhatsApp de las distintas parroquias de Puebla, y con toda probabilidad en el resto del país circula una liga de Youtube (https://www.youtube.com/watch?v=aRsei4EbP5U) que contiene el posicionamiento de laicos en la vida pública sobre un mensaje que dio la Conferencia del Episcopado Mexicano. ¿Cómo vemos a México desde una perspectiva de fe?, dicen.

Dice la voz que narra “no se trata de adornar la realidad, sino decirlo por su nombre: México está herido”.  Y luego vienen el mensaje apocalíptico: Miles de familias desplazadas por el terror de la delincuencia. “Es una de las heridas más profundas” dice la voz en off porque “hay momentos en que miramos a nuestro país y la verdad, lo que vemos, duele”

Esta nueva forma de ver las cosas, sugieren los laicos, “no es para quedarnos de espectadores, al contrario, es un llamado directo a la acción” y llama una especie de reclutamiento de laicos y ciudadanos en general para poner en marcha un plan de cuatro acciones: decir la verdad, defender la vida, luchar por la justicia y sembrar esperanza.

 Se trata de un plan diseñado desde las entrañas de la Iglesia que la Conferencia del Episcopado ya había anticipado en voz de su presidente, el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro llamó a que “en medio del dolor, la violencia y el miedo que experimentamos queremos decirles con el corazón de pastores: Dios no ha abandonado a México”.

Primero fueron los partidos políticos y una clase empresarial, dolidos todos por la pérdidas de los privilegios que les concedió un bipartidismo que decidió poner en el primer plano a las clases pudientes y en un muy lejano segundo lugar a quienes han sido menos afortunados, menesterosos y olvidados.

 Luego los defensores de la democracia, la marea rosa y la generación zeta; ahora vienen los sacerdotes de una Iglesia que igual se ve con desventaja frente al poder público y la posibilidad de perder el coto de fe que aún conserva. ¿Lo sabe la Subsecretaría de Construcción de Paz, Participación Social y Asuntos Religiosos?

@FerMaldonadoMX