BUAP vive su autonomía

BUAP vive su autonomía
Fernando Maldonado
BUAP

Parabolica.MX escribe Fernando Maldonado

Con una sola decisión la rectora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Lilia Cedillo Ramírez refrendó la autodeterminación de los universitarios respecto de los temas que son inherentes a la comunidad en ese ámbito.

El anuncio del nombramiento del académico de sólida formación universitaria en la Dirección de Comunicación de la Buap como Jorge David Cortés echó por tierra dos ocurrencias que venían del exterior, y que con malicia, pretendieron sembrar en el imaginario la entrega de la universidad pública más importante en el sur-sureste al poder político y, en consecuencia, el debilitamiento de la figura rectoral frente a una comunidad particularmente crítica.

El arribo de Cortés a donde hasta este lunes ocupó Edwins García Hernández significa en los hechos cerrar el paso como responsable del área a un cancerbero de los intereses de Rafael Moreno Valle y lo que había quedado de ese grupo político que monopolizó el espacio público entre 2010 y 2017: Marcelo García Almaguer.
Sus impulsores dentro y fuera del ámbito universitario deberán tener que esperar sentados ver materializar su llegada como Director de Comunicación, no por falta de fortalezas en el ámbito digital, sino por la perniciosa conducta desde que su jefe arribó a la gubernatura luego de vencer a su rival, el priísta Javier López Zavala en la elección del verano de 2010.

Fue uno de los impulsores del llamado “tripack” que pretendía, en primer plano, someter al gobierno municipal y la gestión universitaria, el criterio centralista para firmar contratos de prestación de servicio publicitario con los medios oficialistas y dejar fuera a periodistas insumisos.

El segundo objetivo, asfixiar económicamente a quienes no se habían plegado a los caprichos de un personaje feudal que vio en la función pública la oportunidad de ser candidato presidencial. La memoria no puede ser soslayada frente a todo ese atropello.

No solo complotó contra quienes desde los medios cuestionaron con rigor profesional excesos y desaciertos de ese gobierno dictatorial , sino hasta los de la propia casa. Cada uno de los responsables del área de comunicación de Moreno Valle debieron cargar con sus instigas.

El arribo del nuevo titular del área es, al mismo tiempo, un acto de justicia porque como la propia rectora Cedillo y el actual secretario general, Damián Hernández, fueron marginados y, en algunos casos, exiliados por un régimen corrupto como el de Alfonso Esparza Ortiz, sobre quien aún pesan acusaciones en la Fiscalía General del Estado.

El ex rector que había querido volver a infiltrar al gobierno central universitario a través de interpósitas personas en los procesos de elección para un nuevo rectorado o en la del Consejo Universitario operó desde dentro del aparato para confinar, apartar o desprestigiar a Cedillo, Hernández y Jorge David.
Las señales intrínsecas detrás de una designación están a la vista. Solo no querrán verlas quienes traen agenda propia o, como suele suceder en no pocas ocasiones, tenían un plan predeterminado que, por lo pronto, deberá esperar para otro tiempo.