Con Más Perspectiva escribe Leticia Montagner
Un Día sin Mexicanos fue una película polémica dirigida por Sergio Arau en 2003, que trató una hipotética desaparición de todos los mexicanos de California, y su efecto sobre el resto de los californianos y fue una coproducción entre Estados Unidos, México y España.
El argumento consistió en la misteriosa desaparición de todos los latinos o hispanos en el estado de California en los Estados Unidos, en la cual se va examinando de cerca a varios personajes que son afectados de diversas formas por el extraño fenómeno.
A lo largo del film un Senador vio en la tragedia una magnífica oportunidad para convertirse en Gobernador de California al preocuparse y ponerse a investigar sobre las inexplicables desapariciones y en el momento en que se estaba postulando para Senador, estuvo de acuerdo con la creación de leyes antiinmigrantes.
Asimismo, hubo una historia de una mujer llamada Mary, esposa de un músico latino, que ha desaparecido junto con su pequeño hijo, dejando misteriosamente a su hija y a Lila Rodríguez, la única persona de sangre latina que ha quedado en el Estado. En la sangre de Lila podría estar la respuesta al enigma y la solución para que aparezcan de nuevo los latinos, pues California ha caído en el caos luego de que un tercio de su población, en su mayoría encargada de la agricultura, aseo y otros empleos difíciles y cansados, ha desaparecido.
Estos días, luego del ascenso del Presidente Donald Trump, se recordó a esta cinta como una ficción que está sucediendo en realidad. Considerada como una de sus principales políticas, Trump se ha convertido en el gran deportador de los Estados Unidos. California ha sido y es el Estado donde se ha registrado más violencia y manifestaciones, pero miles de inmigrantes han sido deportados. En muchas ciudades estadounidenses se han registrado protestas.
De acuerdo al Periodista Enrique Quintana en la película la sociedad enfrentaba un caos profundo ante la pérdida súbita de su fuerza laboral y trastornaba toda la vida cotidiana.
La cinta, esa ficción parece estar cobrando vida gracias a las políticas migratorias agresivas impulsadas por Donald Trump. Según The Wall Street Journal, estas medidas podrían estar generando ya impactos negativos en la economía estadounidense ante la ausencia creciente de trabajadores hispanos, particularmente mexicanos.
El texto también señaló las dificultades para evaluar con precisión la presencia real de inmigrantes mexicanos en la fuerza laboral, debido a la creciente negativa de estas personas a responder las encuestas del Departamento del Trabajo.
Aun así, los datos del primer trimestre revelaron que, según la Oficina del Censo, la cantidad de trabajadores mexicanos disminuyó en 146 mil 830 personas. Un análisis detallado realizado por Jesús Cervantes y Juan Antonio Ortega, investigadores del CEMLA, detectó además que la cifra de mexicanos “no ciudadanos” en la fuerza laboral estadounidense cayó en 221 mil 107 personas, equivalente a una reducción de 4.3 % a tasa anual, antes incluso de la reciente oleada de redadas masivas.
El informe del Bureau of Labor Statistics refuerza esta tendencia, mostrando que la población activa nacida en el extranjero que trabaja o busca trabajo en Estados Unidos se contrajo en aproximadamente un millón de personas entre marzo y mayo.
California encabeza la lista como el estado con mayor número de trabajadores mexicanos, con aproximadamente 2 millones 350 mil personas. Le sigue Texas, con cerca de un millón y medio, e Illinois en tercer lugar, con alrededor de 370 mil trabajadores. Nueva York, aunque con cifras menos precisas, también figura entre los grandes refugios de inmigrantes mexicanos.
Desde la perspectiva sectorial, la agricultura y ganadería lideran con alrededor de 1 millón 250 mil empleados mexicanos. A continuación, aparecen la construcción y minería con aproximadamente un millón, seguido muy de cerca por los trabajadores domésticos. Las manufacturas emplean a más de 800 mil personas, mientras que los sectores de restaurantes, hoteles y comercio cuentan con medio millón cada uno.
Afortunadamente Trump ya admitió los reclamos de productores y empresarios agrícolas de los servicios, que observan el efecto negativo que ya se presenta por el ambiente que han creado las deportaciones.
De acuerdo con cifras oficiales, entre enero y abril de este año se deportaron alrededor de 43 mil personas. Para comparar, en el mismo periodo del último año de la administración Biden fueron casi 66 mil y en el mismo lapso de 2023, la cifra alcanzó las 92 mil deportaciones.
La gran pregunta es: ¿Será necesario que se produzca una crisis como la de Un Día Sin Mexicanos para que la sociedad estadounidense reconozca plenamente la contribución esencial de los trabajadores mexicanos, guste o no a Trump y su administración?
Solo el tiempo nos lo dirá. Veremos y diremos.
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@LMontagnerG