Piso 17 escribe Álvaro Ramírez Velasco
En la estructura del Estado Mexicano (así con mayúsculas en la concepción esencial de la institución) se ha establecido que los alcaldes son los primeros respondientes obligados en el tema de seguridad pública. Si un presidente municipal es incapaz de brindar seguridad, como la primera autoridad de proximidad, a las y los ciudadanos, no sirve de nada. En la Constitución también está establecido así.
En Puebla, hay ayuntamientos y alcaldes que han fallado en esa esencial tarea, pero ya están pensando en el salto a otros cargos. Los hay de todos los colores, pues el cinismo no es una característica exclusiva de un partido.
No han terminado de entender muchos alcaldes y alcaldesas que su cargo no puede ser un trampolín en sus carreras políticas o una circunstancia que los lleve luego a una permanencia caciquil.
No es la búsqueda de ese pequeño poder que los convierte en reyes o reinas de las comarcas, que pretenden gobernar aisladas del resto del estado y hasta el mundo.
El gobernador Sergio Salomón ha sido puntual en recordarles, ya en varias ocasiones, a los alcaldes, cuál, cómo y por qué la seguridad pública es una responsabilidad en la que son, jurídica, moral y físicamente, por su cercanía con la comunidad, los primeros respondientes.
“Asumir su responsabilidad e invertir en la seguridad pública… Nosotros estamos al pendiente de cumplir con nuestro trabajo, pero los alcaldes deben asumir su responsabilidad, apoyar y reforzar la seguridad, lograr que la paz social sea una realidad…”, respondió a reporteros el mandatario poblano en una entrevista este domingo, tras el Maratón Puebla 2023, respecto de una pregunta específica sobre la desbordada y sistemática inseguridad que sufren los habitantes de Tecamachalco.
Se vive un estado, prácticamente, de excepción y de terror cíclico en aquel municipio, en donde el alcalde es Carlos Ignacio Mier Bañuelos, cuyos cercanos presumen que va seguro por la diputación federal del Distrito 14, con cabecera en Acatlán de Osorio y que llega hasta su municipio.
Hay asesinatos, robos, asaltos y la misma policía municipal se vio involucrada, en noviembre de 2021, en la ejecución de tres agentes ministeriales.
En un sentido más general, sobre los 217 ayuntamientos, el gobernador hizo un llamado el pasado 23 de noviembre, respecto de la politización que suele dársele al tema.
“El gobernador Sergio Salomón llamó a las y los presidentes municipales a no bajar la guardia y a no politizar la seguridad pública, al contrario, seguir haciendo equipo y asumir su responsabilidad en el combate a la delincuencia, con el fin de mantener la gobernabilidad y paz social en Puebla”, se lee en el boletín que la administración estatal emitió al respecto.
Ese llamado lo hizo el titular del Ejecutivo del estado en el marco de la entrega de acciones de seguridad pública municipal: 38 placas del “Plan Centinela”, para el fortalecimiento tecnológico de centros de Control y Comando C2; y de 76 reconocimientos a operadores intervinientes capacitados en el proceso de atención-operación de emergencias 9-1-1 y denuncia anónima 089.
El 23 de noviembre, delincuentes asesinaron a un cuentahabiente del Banco BBVA en Tecamachalco, crimen que se suma a una muy larga lista negra de hechos.
También, este domingo, en sus cuentas de redes sociales, la diputada local de ese distrito, María Ruth Zárate Domínguez, denunció que debió cerrar su casa de gestión, por una amenaza con armas que recibió, hace dos meses.
En específico, Tecamachalco, una tierra de gente trabajadora de vocación, principalmente, en el comercio y en la agricultura, merece renacer.
En el furor de las aspiraciones a cargos de elección, llama la atención que muchos de los integrantes del ayuntamiento estén mandando a hacer encuestas y se promuevan para aparecer en la boleta.
No es tiempo de ello, cuando todos los funcionarios son responsables, como primeros respondientes, de lo que ocurre. ¿Con qué cara van a pedir el voto?
No la tienen.
Tecamachalco merece renacer.
@Alvaro_Rmz_V
