Al respecto escribe Alejandro Aguirre Guerrero
Derivado del pavoroso caso de la muerte por infarto de la profesora Irma Hernández, a causa de la violencia que sufrió al ser secuestrada por una banda extorsionadora al norte de Veracruz, la presidenta Sheinbaum instruyó “trato especial” (en ese rubro) para el estado que gobierna Rocío Nahle.
Y es que, en el marco de la campaña nacional para combatir el delito de extorsión, presentada por Omar García Harfuch, una historia como la de la maestra Hernández no se puede permitir, más aún cuando, a todas luces, la delincuencia actuó sin temor alguno a la autoridad.
Por eso, la presidenta instruyó poner especial atención a la extorsión en tierras jarochas, pues pareciera que la autodenominada “mafia veracruzana” no mostró empacho alguno por manifestarse con crueldad, en plena estrategia nacional contra dicho delito.
En un país donde parece que los menos temerosos son los delincuentes, se vuelve imprescindible actuar con firmeza, situación que obliga a evitar cualquier tipo de impunidad en el crimen de la maestra jubilada (y taxista), Irma Hernández.
Nadie quiere hablar por la zozobra en Álamo-Temapache (en el norte de Veracruz), ni taxistas ni docentes, mucho menos la enlutada familia de la maestra que, visiblemente obligada y agredida, perdió la vida después del terrible video que medio mundo atestiguó.
En los tiempos que gobernó Cuitláhuac García (fiel a su costumbre en varios rubros), no se hizo algo por atenuar el delito de extorsión y las consecuencias están a la vista en Veracruz, mismas que han explotado en las manos de Rocío Nahle; una razón más para que la exsecretaria federal no quiera ver “ni en pintura” a su antecesor.
Es así que en las semanas por venir no solo se entregarán más detenidos por la muerte de la maestra Hernández, sino que arreciará (de manera especial), el combate a la extorsión en sus varias manifestaciones en Veracruz, por encargo de Palacio Nacional y el Gabinete de Seguridad.
Veremos qué ocurre, y estemos pendientes.
X: @aaguirre_g