Cuitláhuac miente y encubre corrupción

Cuitláhuac miente y encubre corrupción
Aurelio Contreras
Rúbrica

Rúbrica por Aurelio Contreras Moreno

El escándalo por el muy posible desvío de recursos del erario veracruzano a través de “fachadas” como la de Araly Rodríguez Vez está lejos de terminar e involucra a todo el régimen actual.

Tras explotarle en las manos el caso y quedar exhibida una muy evidente triangulación para “ordeñar” recursos de por lo menos tres dependencias estatales durante este sexenio, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez intentó evadir la responsabilidad de su administración asegurando que la burócrata Araly Rodríguez no es la dueña, sino solamente la “representante legal” de la empresa a la que le han asignado contratos por adjudicación directa por más de 100 millones de pesos.

Cuitláhuac García miente. No hay ninguna empresa a la que Araly Rodríguez “represente”. Todos los contratos que le fueron entregados, sin competencia ni licitación alguna, fueron en calidad de persona física.

No existe ningún registro de que una persona moral –una empresa, pues- haya ejecutado una sola de las operaciones que están convenidas en los contratos que Araly Rodríguez recibió del DIF estatal, de la Secretaría de Seguridad Pública y, sobre todo, de la Secretaría de Salud, en la que se concentra el mayor monto: más de 60 millones de pesos solamente en esa dependencia, donde sobran los señalamientos por irregularidades en el manejo de los recursos, antes y ahora.

Lo anterior consta, además de en los contratos que han salido a la luz, en todos los registros que hay de Araly Rodríguez en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), donde se evidencia, además, su paso por otras dependencias y organismos públicos estatales con los que también ha hecho negocios la “maestra multimillonaria”.

Una búsqueda en la PNT arrojó 116 registros de la actividad de Araly Rodríguez Vez como contratista y proveedora del gobierno del estado de Veracruz, así como de ayuntamientos, organismos autónomos y poderes del estado.

Araly Rodríguez Vez aparece en el padrón de proveedores de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) desde 2019, ya durante la administración de Cuitláhuac García, como persona física con la homoclave ROVA7605047X2 y el domicilio fiscal en la calle Huelva no. 12, en la colonia Higueras de la ciudad de Xalapa, donde como ya sabemos hoy, lo que hay es una casa de paredes de hormigón y una miscelánea en la que se venden refrescos, dulces y papitas.

Su registro como proveedor de la Sefiplan aparece actualizado en 2020 y en 2021. Pero en este último año, aunque se mantiene como razón social el nombre “Rodríguez Vez Araly”, quien aparece como proveedor es una persona de nombre Adriana Tello Calderón, cuyo domicilio fiscal se ubica en la calle Hernando de Martel 172, en la localidad Ciudad La Luz del municipio de Lagos de Moreno, en el estado de Jalisco, donde lo que hay es un viejo casco de hacienda que, al menos en la imagen de Google Maps, luce abandonado.

Pero Araly Rodríguez es muy intrépida y no se conformó solamente con eso. También aparece en el padrón de proveedores del Poder Judicial del estado de Veracruz, en donde está registrada como proveedora de comercio al por mayor de desechos de papel y de cartón; mobiliario, equipo e instrumental médico y de laboratorio; equipo y accesorios de cómputo y otros servicios de publicidad; comercio al por menor de artículos de papelería; y comercio al por mayor de mobiliario y equipo de oficina.

Donde también conocen a Araly Rodríguez es en el Órgano de Fiscalización Superior de Veracruz (Orfis). De acuerdo con la información de la PNT, registró “ingresos propios” en el organismo autónomo por “aprovechamientos de tipo corriente” por 28 mil 100 pesos entre julio y septiembre de 2018, y por “intereses ganados de valores, créditos, bonos y otros” por mil 370 pesos entre enero y marzo de 2019. Aunque ahí las cantidades son ínfimas, lo importante es que existe registro de su actividad en el organismo encargado de fiscalizar todo lo demás de lo que “nadie se había dado cuenta”.

Araly Rodríguez también ha sido proveedora de los ayuntamientos de Perote y de Emiliano Zapata, y hasta del Instituto Tecnológico Superior de Perote. A éste último le “vendió” “materiales químicos para prácticas”. Porque sin duda es una “empresaria” muy “versátil”.

Sin embargo, la misma PNT registra su actividad en el rubro de la educación como “Prefecto A foráneo” en la escuela “Rafael Pérez López”, ubicada en la calle Juan Aldama S/N, en la colonia Sauces del municipio de Poza Rica, y en donde al contrario a lo que dice el secretario de Educación de Veracruz, Zenyazen Escobar, aparece con una plaza de docente y no cubriendo interinato administrativo alguno.

Y precisamente como ya no saben qué hacer con Araly Rodríguez Vez, Zenyazen Escobar –que se promueve como el “plan B” de su amigo Cuitláhuac para la gubernatura- anunció que no le renovarán el “interinato”, buscando dar carpetazo a un gigantesco caso de desvío de recursos que puede ser de dimensiones mucho mayores.

Y mientras todos mienten, nadie ha visto a Araly Rodríguez, cuya rúbrica en sus millonarios contratos es simplemente su nombre, escrito con la letra de un estudiante de primaria.

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