Parabólica.Mx escribe Fernando Maldonado
Uno de los investigadores más acuciosos de los movimientos guerrilleros en América Latina y el país, Fritz Glockner me dijo en una plática informal que el ex presidente Luis Echeverría Alvarez había admitido ser el artífice de la ejecución a manos del Ejército del líder de la subversión en Guerrero, Lucio Cabañas Barrientos, líder del Partido de los Pobres en Guerrero.
Fritz Glockner y sus hermanos, que vienen de un matrimonio que decidió incursionar en la vía armada desde la clandestinidad y perseguidos por el aparato de inteligencia del Estado Mexicano en la segunda mitad del siglo XX, es autor de dos robustos libros sobre el movimiento subversivo: Memoria Roja: historia de la guerrilla en México 1943-1968 y Los años heridos. La historia de la guerrilla 1968-1975.
Fueron más de 30 años en que los jóvenes de aquel México fueron excluidos, marginados, perseguidos y asesinados hasta que llegó la reforma política de Jesús Reyes Heroles para que pudieran acceder a curules en el Congreso de la Unión, y así encauzar por la vía de la política, la discusión que antes se realizaba por la vía de las armas.
Tres décadas de la historia ignoradas por quienes hoy se han prestado a formar parte de la campaña en contra de los libros de texto gratuitos que serán entregados en escuelas públicas para ser utilizados en el ciclo escolar que está por comenzar a finales del mes de agosto.
En medio de la discusión por las imprecisiones en los materiales para educación básica este miércoles apareció una campaña decidida a impulsar como prócer a uno y condenar a otros en un pasaje clave en la historia de este país, como el asesinato del empresario Eugenio Garza Sada, el 17 de septiembre de hace 49 años en 1974.
En primera plana de Reforma bajo la cabeza Enaltece libro de SEP secuestro y guerrilla y en espacios de opinión como el del director editorial de Excélsior, Pascal Beltrán del Río, que en su columna Bitácora cabeceó Insulto a empresarios en el 50 aniversario del asesinato de Garza Sada; en Razones de Jorge Fernández Menéndez, bajo el título Garza Sada y apología de la guerrilla.
Nadie puede estar de acuerdo en la pérdida de la vida de nadie, trátese de quien se trate. Ni ahora ni en el pasado. Lo que hay que condenar es la apuesta por la desmemoria y la ligereza con que un pasaje tan complejo en la historia de México es abordado por los analistas que carecen de rigor, pero poseen una estentórea bocina desde los medios en los publican.
Garza Sada fue muerto en un fallido intento de secuestro, sí. Pero también hay que recordar que se trató de uno de dos acontecimientos traumatizantes para la sociedad que tuvo un mismo y siniestro autor: Echeverría Alvarez. Se trata de la matanza del 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco y el Jueves de Corpus en 1971 en Tacubaya.
Contar la historia completa de un capítulo deliberadamente mutilado habría ayudado a una comprensión más sensata, pero necesaria. Eso ayudaría mucho en momentos en que ni uno bando ni otro quiere asumir su parte.
En la batalla que los opositores a las políticas públicas del gobierno federal y del presidente Andrés Manuel López Obrador ha faltado ingenio y sobrado malicia, mala leche, pues. El ejemplo más reciente tiene que ver con la diatriba contra los libros de texto gratuitos que serán entregados para el ciclo escolar 2023-2024.
Y si en la oposición ha sobrado mala entraña, entre los defensores de las políticas públicas lopezobradoristas han adolecido de inteligencia e ingenio. Si acaso ha destacado un puñado de personajes que pintan para la picaresca, el folclor que inunda la historieta, pero no las grandes páginas de la historia.
No sólo carecen de cultura y conocimiento, sino de algo más elemental que se encuentra con los años de brega: agilidad mental e ironía. Pero es lo que hay, nadie debe llamarse a engaño.
@FerMaldonadoMX
