Pederastia, sotanas e impunidad

Pederastia, sotanas e impunidad
Fernando Maldonado
Parabólica

Parabólica.mx escribe Fernando Maldonado  

Tuvo que venir el señalamiento desde la mañanera de Andrés Manuel López Obrador sobre la conducta del juez de control en Puebla, Aaron Hernández Chino, para que el Consejo de la Judicatura diera inicio una investigación por haber puesto en libertad a un presunto agresor sexual escondido detrás de una sotana.

La revictimización, ausencia de sensibilidad y el tufo de componenda en este juzgador poblano no hace sino recordar el penoso expediente de la justicia poblana en favor de otro depredador sexual que recibió algo más que la gracia de las leyes terrenales, y mucho más allá que la protección divina.

Se trataba del ex sacerdote Nicolás Aguilar a quien se le acusó formalmente de haber violado a 90 niños entre Los Ángeles, California y Tehuacán en Puebla. La carrera criminal de este sujeto enfermo fue ampliamente documentada y que llevó a ser interrogado el cardenal Norberto Rivera Carrera, ex obispo de Tehuacán. 

Nicolás Aguilar habría cumplido 82 años este 2023 y durante mucho tiempo se mantuvo oculto en un pueblo polvoso del estado de Morelos, Popotlán y murió tras una larga trashumancia en la sierra negra y Morelos, despojado de la sotana que le confirió condición de sacerdote y debió vender libros e imágenes religiosas por los pueblos por donde deambuló para poder sostenerse como paria, pero impune.

No hubo poder divino ni ley en la tierra que hiciera comparecer ante la justicia a este personaje, pero si permitió conocer los múltiples casos de pedofilia desde la cúpula de la Iglesia Católuca que involucra a jerarcas en el Vaticano, en lo que fue uno de los mayores escándalos criminales en la historia de la humanidad en la era moderna.

En 2017, la periodista Sanjuana Martínez publicó una breve conversación obtenida vía telefónica en la que dijo vivir tranquilo y fuera de toda responsabilidad.      

Sobre la conducta de este juzgador obra una larga cadena de sospechas pues con frecuencia se ha inclinado por el poderoso que suele acumular relaciones, poder político o económico, habitualmente en detrimento de quienes en condiciones de desventaja buscan justicia.

Ante un abierto delito de despojo e invasión en un desarrollo habitacional en la zona de Periférico Ecológico cometido rumbo al bulevar Valsequillo por lideres de la agrupación Antorcha Campesina, el juez de Control señalado en la más influyente tribuna de país en la que se ha convertido la conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador, decidió el encarcelamiento… ¡De la víctima!

Sobre este expediente ya ha sido expuesto en la columna, como se documentó en marzo pasado: Las pruebas asentadas en la carpeta de investigación N.I.C.CD.I/14772/2017/ZM.

Persiste un grupo de magistrados y jueces con rancio tufo de favoritismo, amiguismo o la componenda, síntoma de un poder que estuvo lejos de la independencia del Ejecutivo y de la conducta imparcial en la aplicación de las leyes en el territorio, como los casos documentados.

En abril de 2020 el sitio Lado B de Ernesto Aroche documentó un caso más del liberador del presunto agresor sexual cuando “decidió no vincular a proceso a tres elementos de la policía municipal en la capital que invadieron propiedad privada, privaron de la libertad, torturaron y detuvieron a un ciudadano que cometió el error de confiar en la justicia poblana por el trato que recibió de los uniformados”. La leyenda negra en el aparato judicial en Puebla persiste no obstante los señalamiento de la mañanera del presidente López Obrador.

@FerMaldonadoMX

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