¿Y la consistencia señora X?

¿Y la consistencia señora X?
Fernando Maldonado
Parabólica Xóchitl Gálvez

parabolica.mx por Fernando Maldonado

Llueven las palabras de elogio, exultantes artículos de opinión y la comentocracia favorable en el país frente al fenómeno opositor que ha significado la senadora Xóchilt Gálvez Ruiz y su crecimiento orgánico de las últimas tres semanas, al que de manera decidida contribuyó el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Nadie podría pronosticar lo que sucederá en la primera semana del mes de agosto cuando el Frente Amplio por México en el que confluyen partidos y grupos de poder detrás de fachadas de sociedad civil, pero sin duda será la abanderada a la presidencia por México y ese sólo pronóstico, sugiere una lucha de dos mujeres, con Claudia Sheinbaum Pardo por Morena.

El problema radica en las letras chiquitas de todo contrato. Los detalles en los que poco se detiene la generalidad, hipnotizada por el encanto de una mujer que se plantó frente a un aparato de Estado prepotente y pendenciero como el que echó a andar el presidente desde su habitual mañanera.

La nubosa tarde de martes en Puebla, la hidalguense que se autodenominó como la mujer “X” encabezó una rodada en las inmediaciones de Paseo de San Francisco, muy cerca de donde en 2019 fue echado del poder el Partido Acción Nacional.

La cita fue en la 2 Oriente y el Bulevar 5 de Mayo, en punto de las 16:00 horas -hubo una escala en una librería del Centro Histórico-. El otro punto del encuentro sucedió a las 17:00 en el salón Country de San Manuel, a 3.93 kilómetros de distancia que decidió recorrer con su equipo en la interna, a bordo de un vehículo automotor.

Entraña en sí mismo una trampa en su exitoso ascenso a la candidatura del Frente Amplio por México en su condición de impulsora de la iniciativa en materia de reforma constitucional para una movilidad más amigable en el país.

De ello presumió en un primer encuentro la misma mañana de martes en el Hotel Grand de la zona de Angelópolis, frente a un auditorio nutrido de perfiles pro panistas, entre quienes también participaron legítimos integrantes de la sociedad organizada.

“¿Por qué creen que soy ciclista?”, preguntó a una audiencia festiva en ese lugar. “¿Saben cuántos kilómetros tiene mi bicicleta, la viejita? 134 mil kilómetros”, se respondió con esa sonrisa eterna que la acompaña a donde quiera que va.

“¿Saben cuántos litros de gasolina me he ahorrado? ¡Un chingo!”. La sola exclamación fue aplaudida por un auditorio cansado de la falsa modestia y pedante manera de pontificar desde el púlpito de la cosa pública de una clase política que notoriamente se enmoheció y perdió el timming.

Un momento después, luego de la rodada decidió desatender esa misma argumentación: había dicho que si en la Ciudad de México los viajes de menos de un kilómetro se hicieran a pie y los de menos de 10 en bicicleta las cosa serían distintas.

“La bicicleta es un transporte del futuro que además te genera salud, te genera buen humor, no te encabronas con el tráfico…”, dijo Xóchilt Gálvez, el producto estrella de la oposición para competir en 2024, pero nada de eso sucedió luego de su rodada en las calles de la capital.

No se puede ni debe desdeñar que el crecimiento de esta mujer de lenguaje florido y fresco es el inquilino de Palacio Nacional; entusiasma a clases medias por el enfado que tienen con el tabasqueño, pero que, en los detalles, deja cabos sueltos que terminan por exhibir inconsistencias políticas que como con el resto de los competidores, hay que señalar.

 

@FerMaldonadoMX

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