Parabolica.mx escribe Fernando Maldonado
El martes 11 de julio se anticipó que el edil de la capital, Eduardo Rivera Pérez, parecía jugarse el bono democrático con el que llegó al Gobierno de la ciudad en 2021 tras la elección en la que resultó perdedora la morenista Claudia Rivera Vivanco, ahora tan envalentonada aspirante a la candidatura al gobierno del estado.
La prospectiva que daba sustento al cálculo de lo que ahora sucede, tenía como soporte la decisión de convertir a la calla 16 de Septiembre en un espacio peatonal para quienes gustan del primer cuadro de la ciudad, ciertamente uno de los más bellos en toda la república.
Al mismo se tiene por cierto que lo sucedido en el Centro Histórico suele tener repercusiones en otros ámbitos, tratándose como es, el corazón de la vida pública de la sociedad poblana. Lo que ocurre en ese perímetro, suele tener olas concéntricas que alcanza todo rincón de la capital y la zona metropolitana.
En el inicio de la semana en la que comenzaron los trabajos de intervención de una de las dos rúas más emblemáticas -la otra es la avenida Reforma que también concluyo en la plancha del zócalo capitalino-, los habitantes de El Carmen, a quienes se les debe tener presentes como un conjunto altamente politizado, hizo colocar lonas con mensajes de rechazo a esa medida de política pública.
No iba a ser fácil dar un paso desde el gobierno municipal porque la naturaleza humana suele resistirse a los cambios, justificados por evidentes anomalías en materia de movilidad en la zona. “Presidente Eduardo Rivera #NoAUnSoloCarril” decía una de las colonas colocadas de una acera a otra en ese lugar.
En descargo del enojo de un grupo de habitantes del lugar, se debe subrayar que el ayuntamiento capitalino ya había realizado el trabajo de cabildeo entre sectores representativos, recogió opiniones de comités vecinales, asociaciones civiles, comercios, restaurantes, consejos ciudadanos del Centro Histórico, de Movilidad, Turismo, personas con discapacidad y cámaras empresariales, entre otros.
Nadie de los miles de personas, a pie o en automóvil, que han utilizado ese tramo de la vía pública, entre la 17 y 3 Poniente, pueden estar satisfechos por las múltiples dificultades que supone la movilidad. Desde quienes deciden comprar la tradicionales paletas de hielo hasta la esquina de la majestuosa Catedral Metropolitana, las dobles filas de autos y transporte público la convierten en todo un reto a la paciencia o tolerancia.
Por ello es que se proyectó que la 16 de Septiembre tenga un nuevo diseño para convertirla en un corredor de movilidad con un solo carril de la 17 a la 7 Oriente-Poniente; y peatonalizado de la 7 Oriente-Poniente a Juan de Palafox y Mendoza, como se anticipó hace dos semanas en esta misma columna.
No existe facilidad a la hora de la construcción de consensos en una sociedad que demanda y exige de sus autoridades. El presidente municipal Eduardo Rivera ha dado muestras de oficio y talento para materializar obras como la que comenzó esta semana y deberá ser entregada antes de las fiestas de Independencia, el próximo 15 de septiembre.
Persuadir en lugar de imponer será el reto. Por encima de la coyuntura podríamos imaginar todos la delicia de caminar por esa calle histórica sin el estruendo, suciedad y estorbo de los automotores. Es solo cosa de imaginar ese futuro.
@FerMaldonadoMX
