Una estampa incómoda

Una estampa incómoda
Fernando Maldonado
Parabólica

Parabólica.mx escribe Fernando Maldonado 

Caminó por horas, hurgó en diversos cajeros que la red que el sistema bancario dispone en todo el país, intentó comprar despensa en una de las tiendas de la cadena de autoservicios WalMart en la capital de Puebla, sin conseguirlo.

No sólo eso: encontró desidia, desinterés, ausencia de solidaridad y falta de empatía en las personas detrás de ventanillas y escritorios de un Gobierno que ha acuñado como estandarte el tan trillado “primero los pobres”, ante la pregunta obligada.

Una mujer adulta mayor que no pudo disponer de los 4 mil 800 pesos que la administración federal entrega cada bimestre para adultos mayores, personas con discapacidad y otros segmentos de la población que se acogieron a los programas de Bienestar.

En efecto, uno de los programas emblema del inquilino de Palacio Nacional estaría por convertirse en uno de los más difíciles escollos para el proyecto de la Cuarta Transformación. Frente al mayúsculo problema, que supone el impedimento para que los beneficiarios de estos programas, el silencio oficial. 

Se trata de la dificultad que los adultos mayores, cientos de ancianas y ancianos, que no han podido retirar los 4 mil 800 pesos que se les deposita en las tarjetas plásticas que el gobierno federal entregó a más de 10 millones 800 mil personas.

El caso de la mujer que se ha visto impedida para disponer de esa suma bimestral es apenas el asomo de un enorme reto que pone en evidencia la obsolescencia de un esquema diseñado en el cubículo o escritorio de un burócrata ignoto, a quien pomposamente la voz oficial llama “siervo de la nación”.

Los adultos mayores tan afines al presidente Andrés Manuel López Obrador, utilizados en concentraciones, mítines y asambleas informativas de las corcholatas, utilizadas permanentemente como carne de cañón, han recibido los peores de los tratos porque no solo no han podido obtener el apoyo económico, sino que, además, el trato despótico de esos siervos de la nación.

El jueves 13 tal vez deba ser recordado como uno de los periodos más oscuros para la implementación de las políticas públicas que tanto orgullo provee al presidente de la República, empeñado en combatir a los conservadores, la mafia del poder y a los perfiles que el Frente Amplio por México empuja para las campañas de 2024.

Ese día hubo ancianas y ancianos que debieron esperar de pie, en la vía pública casi 12 horas, sin sombra para guardarse de los rayos del sol, muchos de ellos vencidos por el paso de los años, para poder retirar el dinero de la sucursal del Banco del Bienestar.

Frente al indigno trato de un aparato burocrático, el silencio de todas las esferas del Gobierno. Sin importan rango o color partidista, las gestiones municipales, estatal o federal, el hilo conductor fue el mismo: voltear la mirada para simular que esa realidad era inexistente.

Nada sirvió la publicación de la secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel Reyes, cuando hizo publicar en sus redes sociales el calendario de los depósitos para los más de 10 millones 800 mil beneficiarios del programa de Adultos Mayores, según la letra inicial del calendario: A y B martes 4 de julio; para miércoles 5, C; jueves 6, D, E, F; viernes 7, G; lunes 10, H, I, J, K, L; martes 11, M; miércoles 12, M, Ñ, O, P, Q; el jueves 13, R; el viernes 14, S,T,U… Y muy probablemente, este lunes 17 para quienes llevan como letra inicial del primer apellido, V, W, X, Y y Z, tampoco podrán comprar despensa o disponer de efectivo.

Mientras, una señora detrás del escritorio de Bienestar, con lima de uñas en mano, sin ver al rostro a los interlocutores ancianos, echando cultas a los bancos, sin ofrecer una alternativa porque su chequesito como burócrata de la 4T llegará seguro.7

@FerMaldonadoMX

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