El juego oculto de Bety Manrique

El juego oculto de Bety Manrique
Fernando Maldonado
Parabólica

Parabólica.mx escribe Fernando Maldonado

La capacidad y conocimiento técnico en el área en la que se desempeña desde el inicio del Gobierno en 2019 en la persona de la secretaria de Medio Ambiente, Beatriz Manrique Guevara, contrasta con el activismo político-electoral en la que continúa su desempeño como cuadro del Partido Verde, el partido por el que llegó a ser candidata a gobernadora en Guanajuato en 2006.

La vena política que corre por el cuerpo de la funcionaria en Puebla dio paso a que hace una semana se convirtiera en operadora política de un activo del Movimiento de Regeneración Nacional en tierra poblana, como Rodrigo Abdala D’artigues, delegado de Bienestar y aspirante a una candidatura una candidatura en 2024.

Beatriz Manrique ha sido hasta en cuatro ocasiones legisladora local y federal por el partido del tucán. En consecuencia, mantiene vasos comunicantes con la dirigencia del partido en el que nació a la vida política desde que fue secretaria de Organización y vocera de su partido.

Es poco probable que el dirigente del Partido Verde en el estado, Jimmy Natale, tenga información del cabildeo que Manrique Guevara decidió desplegar en favor del funcionario federal, cuyo vínculo directo con el director de Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Díaz, es evidente.

Y parece difícil que haber ejercido ese derecho de picaporte en la sede nacional del Verde para promover las aspiraciones de Abdala haya tenido el visto bueno de su jefe en el Gabinete, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina que apenas el 17 de enero llamó a los integrantes de su gabinete a no distraerse en tareas ajenas al trabajo institucional.

“Es fundamental entender que los tiempos políticos están avanzando, pero ellos tendrán que correr en una ruta alterna a la ruta que tenemos de gobierno (…) así que la instrucción para todos los secretarios y secretarias es que sigamos poniendo todo nuestro empeño, enfocados en el servicio público, como nos lo mandata la ley”, advirtió.

Rodrigo Abdala, que había sido mencionado con insistencia como un probable candidato al Gobierno del estado, parece haber reencauzado su meta para 2024. La concentración está enfocada en la candidatura por Morena para la capital poblana y, en consecuencia, ha comenzado a buscar acuerdos y amarres con factores nacionales.

La terea política bajo esa lógica es entendible y justificable entre quien tiene agenda propia y capital político para fijar y obtener objetivos. El margen de maniobra para ello es indispensable como ocurre con el delegado de Bienestar.

El problema es para quien habiendo tenido conocimiento de una instrucción concreta como la expresada por el jefe directo, es desatendida o soslayada. A Manrique Guevara no se le puede regatear capacidad técnica y administrativa para desempeñarse en el servicio público.

Lo suyo; sin embargo, parece mucho a un desacato y suele tener costos altos, particularmente en momentos de nerviosismo extremo y efervescencia política como la que se vive en estos tiempos en curso. No hacer cosas buenas que parezcan malas, dice la conseja popular.

@FerMaldonadoMX

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