Desesperación incendiaria

Desesperación incendiaria
Fernando Maldonado
Parabólica

La rapacidad económica y la frivolidad política obran en contra de los pobres 

El gran fracaso del modelo económico y de la política en nuestro país, no obstante, la reiterada cantaleta de primero los pobres, encarnó en un joven decidido en el municipio poblano de Atlixco que decidió prenderles fuego a dos negocios dedicados a jinetear el dinero de las familias en condiciones de pobreza.

“Esto es lo que se hace con empresas como Coppel y como Elektra… ¡se le manda a la mierda! Como los agiotistas de Atlixco y de todo México y como las putas financieras que sólo empobrecen y acosan a nuestras familias, a nuestros padres y a nuestras madres, no las dejan vivir tranquilas”, dice el muchacho notoriamente dominado por el enojo y la frustración.

La acción, inusitada en el contexto nacional, debe ser vista en una dimensión llena de contrastes, disputa política y frivolidad en el dinero del manejo del dinero público, como se explica a continuación, y que permitirá ver con mayor precisión el impulso desesperado de quien ya se encuentra detenido y, seguro, procesado por los delitos que se le finquen.

Una de las discusiones que con mayor fuerza a polarizado la discusión en Puebla son las pérdidas de los 2 mil 600 millones de pesos luego de que el Gobierno plutocrático de Rafael Moreno Valle entre 2011 y 2018 decidió burlar al fisco que trajo como consecuencia un litigio perdido. Aunado a los 600 millones de pesos que fueron colocados en Accendo, el banco que luego quebró, por lo que la suma total es de 3 mil 200 millones de pesos.

Ese monto que ya no podrá ser ejercido supera con facilidad el monto que en 2023 ejercerán dos instituciones dedicadas al apoyo a la población más pobre en la escala social en México: el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia y el sector agrario, que juntos ocuparán 2 mil 800 millones de pesos para el ejercicio fiscal en curso.

El joven incendiario en Atlixco es el ejemplo vivo de que las políticas públicas en materia de desarrollo económico han fracaso y eso que ya corre el quinto año de la Cuarta Transformación. No hay forma de que la gente más necesitada evite caer en las redes de los prestamistas de diferente tamaño que operan en nuestro país.

La condena justificada a las empresas de Ricardo Salinas Pliego (Elektra) y de Agustín Coppel Luken (Coppel) por parte del joven incendiario es general y la rapacidad genera mucho más que memes y chistes en torno a la pobreza general. Basta echar una revisión a las políticas de estas empresas para entender que una vez en sus garras, no existe manera de escapar.

La respuesta está al alcance de cualquier buscador: ¿Qué sucede si no pago?

“Se continuará generando intereses adicionales por falta de pago. Se verá afectado tu historial crediticio. No podrás utilizar tu crédito. (Y, sobre todo) Se continuará con las visitas a tu domicilio y llamadas telefónicas por parte del equipo de cobranza”. 

La frivolidad de un gobierno que pierde dinero para atender a la gente necesitada y la voracidad de las grandes marcas que operan con la omisión de la 4T trajo como consecuencia el gesto audaz, ciertamente ilegal, pero desesperado de ese muchacho que será llevado a tribunales. Es legal, pero no justo.

 

@FerMaldonadoMX

Parabólica.mx por Fernando Maldonado

Banner Footer