parabolica.mx escribe Fernando Maldonado
El proceso de selección de quienes aspiran a la Coordinación Estatal de la Transformación en las nueve entidades en las que habrá renovación de gubernaturas y la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México acapara la agenda desde hace tres semanas.
En Puebla la efervescencia política que se vive entre grupos y aspirantes ha desatado todo tipo de especulaciones, que han consistido en el establecimientos y plazos para determinar la decisión de la Comisión Nacional de Elecciones sin mas insumo que el rumor.
Producto de la presión y el nerviosismos, las teorías sobre el modo y plazo ha alcanzado notas y columnas. Sin rigor ni método se ha dado por bueno el hipotético caso en el que el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, revelaría la determinación, esperada con ahínco militante.
En el estado básicamente se ha insistido en la inclusión de tres perfiles que el Consejo Estatal de Morena dejó fuera por carecer de lugares en ese órgano de deliberación partidaria. La estructura de Morena, pues.
Se trata en primer término del ex delegado de Bienestar, Rodrigo Abdala Dartigues, un funcionario que nació a la vida pública con el crecimiento de Morena y su transformación en opción de gobierno que goza legítimamente del aprecio de Andrés Manuel López Obrador.
Ahí está otro producto de la cantera de Morena como Claudia Rivera, la ex edil de la capital cuyo capital político se diluyó tras un trienio de desaciertos hasta entregar el mando a un panista como Eduardo Rivera en la elección de 2021.
En ese mismo contexto, el senador Alejandro Armenta, el aspirante que goza del conocimiento y popularidad en el estad producto de la febril actividad que lo ha llevado a estrechar la mano de unos dos millones de poblanas y poblanos, según sus propios cálculos y mediciones.
No se produjo el jueves de la semana pasada y tampoco el viernes; menos el domingo, como suponían no pocos observadores de la cosa pública por razones elementales: carecen de fuentes de información directa en el Comité Nacional de Morena, pero sobre todo, porque en ese partido político todo tipo de códigos y reglas ha cambiado.
El plazo para revelar los nombres que serán incluidos ya no será una sorpresa porque en la lógica que ha planteado la narrativa de la dirigencia nacional, estarán todos los que son y serán todos los que estarán. No menos.
Lo que si resultará una novedad es la fecha prevista para hacer el anuncio: el miércoles 11, que será el plazo suficiente para que la Comisión Nacional de Elecciones defina cuántos y quiénes integrarán la totalidad de los aspirantes en la totalidad de las entidades que vivirá procesos en pugna política.
El ajuste y tejido es la razón por la que el equipo de Mario Delgado se ha aplazado el anuncio que en Puebla no será sino la confirmación del escenario que ya se ha planteado, con la inclusión de Abdala, Rivera y Armenta.
Una coyuntura política a la que no son ajenos estados como Yucatán, Chiapas, Tabasco, Veracruz, Morelos, CMDX, Jalisco y Guanajuato. El breve espacio de tiempo imprime aún mayor presión pues apenas quedarán 20 días para levantar la encuesta que determine de entre más de 300 aspirantes, las coordinaciones en las nueves demarcaciones. !Qué nervios¡
