parabolica.mx escribe Fernando Maldonado
No dejó de ser un símbolo de respeto a la otredad, inclusión y tolerancia en un mundo que parece tomar el camino de la xenofobia, la visita a Puebla del alcalde de la Ciudad de Nueva York, Eric Leroy Adams.
Fue un acierto del gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina haber consolidado la visita del neoyorkino, con lo que debió mandar una buena señal más allá de la zona limítrofe del estado.
Un descendiente de la comunidad árabe como el mandatario poblano, un afroamericano proveniente de una de las ciudades del mundo que reúne la mayor cantidad de culturas y razas en el orbe, en una entidad en la que la migración es norma debe ser muestra de apertura y orgullo frente a expresiones reduccionistas.
El paisaje multicultural en su máximo expresión de este jueves 6 debe ser ponderado en su justa dimensión, pues mientras en ese mismo país el aislacionismo de Trump y Desantis se ciernen como amenaza en la unión americana con probables consecuencias funestas para nuestros paisanos y para México en general, Puebla confirma su vocación como rincón habitable para “el otro”.
Salomón Céspedes consolida así una imagen que crece como el concertador en medio de una disputa política inevitable por el proceso de sucesión y abre canales de comunicación fluida con la que se ha convertido en Ciudad Santuario para miles de paisanos poblanos que desde hace por lo menos tres generaciones buscan mejores condiciones económicas y de vida.
Entregar el Doctorado Honoria Causa en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, además de imponerle la Medalla 5 de Mayo en el Congreso de Puebla va mucho más allá del gesto protocolario.
Se trata del recibimiento al representante de una ciudad que ha acogido como un segundo hogar a quienes por razones económicas han tenido que poner miles de kilómetros distancia de la tierra que los vio nacer.
Y tampoco dejo de ser una contradicción que mientras en la Ciudad de México se celebró la reunión de Alto Nivel para abordar temas de seguridad, el narcotráfico, la producción de fentanilo y frenar la ola migratoria con una política policiaca, en Puebla se empujaran acciones humanistas.
“Las personas migrantes tienen nombre y apellido, quienes deben ser tratados con dignidad” dijo el funcionario de la Gran Manzana frente a los legisladores de todos los grupos parlamentarios en el Congreso.
Sergio Salomón reconoció en el edil de la ciudad de Nueva York a una voz que ha condenado la desigualdad y el racismo.
Los gestos de inclusión y respeto a la dignidad humana de cientos de miles de migrantes convertido en pueblos trashumantes deben ser reconocidos en momentos en que ese fenómeno pone a prueba la capacidad de respuesta de gobiernos, instituciones y firmas empresariales.
Las dificultades que supone la crisis humanitaria alimenta la descalificación fácil que conduce a la Intoletancia y falta de respeto a los derechos humanos.
Por esta ocasión. Puebla con el mandatario poblano y Nueva York, con su edil Leroy Adams fueron la excepción frente a una ola creciente de incomprensión que evoca a un gran humanista, el mixteco Gilberto Bosques Saldívar, el diplomático que puso a salvo a cientos de refugiados perseguidos del totalitarismo europeo.
