Morena: la sospecha de la trampa

Morena: la sospecha de la trampa
Fernando Maldonado
Parabólica

Parabolica.mx escribe Fernando Maldonado

Mala señal la del partido que privilegia primero los pobres ante la probabilidad de que se imponga la lógica del libre mercado: la oferta y la demanda.

La acusación no se puede tomar a la ligera porque viene de quien en Puebla tiene la representación de Claudia Sheinbaum, la mujer que recibió el bastón de mando del líder político más influyente de los últimos años en América Latina y de México, Andrés Manuel López Obrador.

Se trata de Julio Huerta, quien al mismo tiempo es aspirante a obtener la Coordinación para la Defensa de la Transformación en Puebla, que en una entrevista para la periodista Elvia Cruz en MTP dijo además que “tiene que haber mesura, respecto a consejeras y consejeros”. 

El señalamiento ocurre a horas de que se determinó postergar de jueves a sábado la celebración del Consejo Estatal del Movimiento de Regeneración Nacional en la que debían ser votados dos mujeres y dos hombres previamente registrados.

Ya se sabe que habrá otros dos que sugerirá el Comité Nacional de Morena, si es que registrar exclusiones o cargadas, según dijo recientemente Mario Delgado.

De suyo fue sospechosa la decisión de alargar 48 horas la cita para los más de 150 consejeros porque esa determinación permite extender un periodo adicional a quien haya dejado para luego persuadir o convencer a los integrantes de ese cuerpo colegiado.

Son 21 personas las que se alcanzaron a registrar para contender por la nominación que luego se traduzca en la candidatura y eventualmente en la gubernatura de Puebla y es probable que el número llegue a 30, estimo Agustín Guerrero, secretario general de Morena.

Sólo uno de ellos despierta sospecha. El derroche mostrado en más de un año para promover su imagen ya fue objeto de una queja ante el Instituto Electoral del Estado y la concentración de multitudes como concentraciones espontáneas ha sido la constante.

El mismo Huerta, que se muestra seguro de pasar el siguiente filtro luego de la encerrona que tendrán los consejeros el próximo sábado, pareció no darle importancia al desdén del que fue objeto cuando ese derrochador aspirante preguntó en público: ¿quién es Julio Huerta?

Haber detenido el reloj en Morena para celebrar esa sesión de Consejo no hace sino mandar una muy mala señal por tratarse del partido que se asume como portador de la moralidad pública y autoridad política en medio de un sistema de partidos caracterizado por el cinismo.

Abona a la suposición de que con ese gesto le echan una manita a quien requiere de respirador artificial para extender condición de competir; que los consejeros esperarán línea; o que se quiere inclinar indebidamente la balanza en favor de uno de los perfiles, para terminar como una gran simulación.

Es en ese contexto que debe leerse la decisión de Mario Delgado, el líder nacional de ese partido, que decidió no competir por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.

Durante las últimas elecciones, en primarias y constitucionales, ha sido acusado de impedir piso parejo para decidir candidaturas.

Paradójicamente hoy está en la posibilidad de ser ejemplo de asepsia política que debe ser ponderado en su justa dimensión. El gesto de declinar lo coloca lejos de la obstinación y refrenda una tesis poco valorada en estos días: que están ahí por causas y no por cargos.

Falta aún por ver si se trata de un cliché, o convicción.

 

@FerMaldonadoMX

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