Matamoros: una radiografía criminal

Matamoros: una radiografía criminal
Fernando Maldonado
Parabólica

Parabolica.mx escribe Fernando Maldonado

El martes 15 de agosto el autor de la columna publicó sobre el violento ataque y atraco que un grupo de agentes ministeriales vivió en la zona roja del municipio de Izúcar de Matamoros, ocurrido a mediados del mes de mayo.

La historia de ese pasaje está por dar un vuelco dramático, pues las víctimas de la golpiza aquella, exhibida en redes sociales con particular virulencia tiene un trasfondo de corrupción e impunidad que alcanza a mandos y autoridades municipales.

La tesis planteada en la Parabólica consistía en la falta de detención de algunos de los virulentos agresores de los agentes de la Fiscalía General del Estado y que las armas de cargo no habían sido devueltas, sino al contrario, que el arsenal había quedado en manos peligrosas.

Se había establecido que en ese municipio la dinámica está marcada por la inseguridad y hechos de violencia todos días y que producto de esa situación prevaleciente se aseguraba que a cada uno de los seis agentes ministeriales se le había despojado de dos armas de cargo: un arma pistola escuadra .380 y un arma larga.

La tunda que recibieron los ministeriales es en realidad resultado de una disputa entre el grupo de agentes investigadores, un comandante en la zona de la propia FGE, de nombre Marco Antonio Castro y un grupo delictivo conocido como “Los Marroquines” liderados por El Chacal.

Derivado de la golpiza hubo cuatro cateos, según se desprende de la carpeta de investigación FGEP/CDI/FIR/IZUCARMAT-I/003574/2023 en la zona en la que abunda en narcomenudeo y prostitución.

Ahí fueron encontradas las armas y recuperadas, pero no es ningún consuelo. El líder de “Los Marroquines”, dice la indagatoria, sembró el armamento que se les despojó al grupo de ministeriales golpeados para evitar ser aprehendido, y lo consiguió.

No obstante tener órdenes de aprehensión, el comandante Castro no cumplimentará la disposición del juez de control porque en realidad existe sociedad y complicidad entre ambos, de la que también conoce la presidenta municipal, Irene Olea Torres.

La pretensión del grupo de agentes sometidos, golpeados y despojados de las armas de cargo puso en evidencia la existencia de una relación mafiosa entre el comandante Castro y El Chacal de la que no son ajenos mandos en la FGE.

En una declaración a la que el columnista tuvo acceso y que forma parte de la indagatoria en curso, uno de los agentes golpeados admite que entre quienes frenaron el intento de cobro de piso hubo una pretensión de ejecución por arma de fuego.

“Y a mi se me acerca Benjamín N y me apunta con un arma de fuego corta que tenía en la mano derecha y luego grita que nos hinquemos (…) y me dice hasta aquí llegaste, te vamos a matar”.

La historia conocida cambió a partir del trabajo de investigación. Los hechos violentos demuestran un contubernio criminal del que todos reciben algún tipo de beneficio en la región.

Eso explica la ola criminal que padecen empresarios, comerciantes y prestadores de servicios. El esfuerzo legítimo del gobierno del estado requerirá de un trabajo de alta precisión para desmontar la estructura que descansa en la componenda inconfesable.

@FerMaldonadoMX

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