Parabólica.mx escribe Fernando Maldonado
El miércoles 6, si no es que antes, se conocerá el nombre de quien asuma la Coordinación de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación. Será el momento en que Morena y sus aliados vuelven a los primeros planos de la conversación política que este fin de semana estuvo dominado por la oposición.
Del resultado que se conozca habrá múltiples lecturas políticas y reacomodos entre las fuerzas políticas que entraron a la puja por la nominación que se traducirá en la candidatura presidencial para 2024, así como para sus aliados o equiperos en los estados de Jalisco, Guanajuato, Veracruz, Puebla, Tabasco, Morelos, Yucatán, Chiapas y la Ciudad de México.
De quienes por iniciativa propia o movidos por influencias externas decidieron entrar en esa competencia destacan tres perfiles a quienes se les considera como quienes menores probabilidades tienen de alcanzar primeros lugares en la encuesta efectuada por el Comisión de Elecciones, el Consejo Nacional y la dirigencia partidista.
Se trata de Manuel Velasco, del Partido Verde y aliado o palero de Morena; el diputado del Partido del Trabajo, Gerardo Fernández Noroña; y el paisano del presidente Adán Augusto López Hernández, de quienes habrá qué poner atención una vez que sea conozca el resultado del estudio demoscópico a cuya cabeza se ubican en primer lugar la ex Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum; el ex Canciller, Marcelo Ebrard; y el senador con licencia, Ricardo Monreal.
En Puebla tiene particular significado el papel que en la competencia interna jugó López Hernández, el ex secretario de Gobernación que se echó a la bolsa a un grupo de poderosos empresarios y mecenas que también invirtieron capital y en especie a las aspiraciones del zarandeado Ignacio Mier, coordinador de los diputados federales en San Lázaro.
En un intento por influir en el clima de opinión la semana previa -el jueves 31- fue publicada en un medio de circulación nacional una encuesta de la empresa Opinión Pública en la que daba un empate técnico al paisano del presidente López Obrador y a la ex Jefa de Gobierno de la capital del país, con un 31.8 por ciento para el primero y 34.8 para Sheinbaum; Marcelo Ebrard fue puesto en tercer lugar con un 24 por ciento.
Colocar a quien ya fue Jefe de Gobierno en la capital y secretario de Relaciones Exteriores por debajo del tabasqueño que se colocó en el escenario nacional a partir del paisanaje con López Obrador parece extraño y hasta desproporcionado, a menos que el porcentaje encuestado padezca de desmemoria, o que el estudio haya sido efectuado en el edén tabasqueño.
Independientemente de haber incumplido con la veda prevista en el proceso de elección, el resultado de ese estudio pretendió llevar de los últimos lugares en la totalidad de los estudios de opinión a la muy competitiva segunda posición en la interna a un competidor por la candidatura a quien ha gozado de ese apoyo empresarial.
Aunque el resultado de la encuesta con ese presunto resultado fue gota en el ardiente desierto, fue producto de una conducta impronta y revela un estado de cosas que apuestan por el tropiezo, o fracaso; peor aún, que en la contienda interna en los estados en los que habrá renovación del poder público aún no se ha dicho la última palabra. Ya falta menos.
@FerMaldonadoMX
