El octavo mandamiento: no mentirás 

El octavo mandamiento: no mentirás 
Fernando Maldonado
Parabólica

Parabólica.mx escribe Fernando Maldonado

Las vueltas de la historia son sinónimo de desdén por el pasado y desconocimiento de sus consecuencia. El fantasma del comunismo cuesta sangre y vidas porque aprovecha la ignorancia de la sociedad, la pereza intelectual y el fanatismo religioso. Se trata de un caldo de larvas que produce eructos, acidez y malestar general.       

Este fin de semana un grupo de mujeres, hombres …y niños marchó por las calles del Centro Histórico en la capital de Puebla para protestar por el nuevo diseño educativo de los libros de texto a los que el empresario Ricardo Salinas Pliego catalogó de comunistas a través de la cadena de televisión que el Estado concesionó, en pleno siglo XXI.

“Ciencia si, ideología no” coreó el contingente justo antes del inicio del periodo escolar 2023-2024 para el que más de 1 millón de alumnos retornaron a sus centros escolares. Los opositores al régimen que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador tienen a partir de ahora al aliado más virulento, como el empresario televisivo, ejemplo de homofobia, xenófobo, clasista y conservador.

No sorprende que en ciudades con sociedades teóricamente conservadoras asuman ese tipo de conductas. Se trata de un ejemplo de congruencia histórica frente a renovados impulsos por cambiar el estado de cosas, para mejorar las condiciones generales a las que pre existen.

La capital de Puebla y su zona metropolitana, como ocurre en oras metrópolis en la República, destaca por la enorme carga ideológica y de corte confesional con que han sido educadas las últimas generaciones, lo que explica que cada vez haya mayores manifestaciones de rechazo a las políticas públicas del gobierno en turno.

La presencia de la Iglesia Católica, alentada desde el arzobispado y la cúpula clerical en el país para frenar la implementación de los nuevos modelos en el proceso de enseñanza-aprendizaje parece buscar preservar cuotas y cotos entre sus seguidores a través del impedimento de nuevos instrumentos del conocimiento.

Hay excepciones como la que estableció la Universidad Iberoamericana en Puebla que ya estableció en efecto, la existencia de imprecisiones, pero no encontró hallazgos de manipulación ideológica, como lo ha propalado la vulgar campaña desde la cadena de televisión del pretencioso Salinas Pliego y los conservadores que siguen esa línea narrativa.

Ignorantes del pasado que acecha con ser reeditado, este 14 de septiembre estaremos ante el aniversario 55 de uno de los capítulos más oprobiosos de la historia con el linchamiento de un pequeño grupo de trabajadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla en la junta auxiliar de San Migue Canoa en la capital.

Fueron masacrados Julián González Báez, Miguel Flores Cruz y Roberto Rojano Aguirre pero lograron sobrevivir a un proceso de linchamiento (Julián le fueron amputados tres dedos de un machetazo), sin embargo no pudieron correr con la misma suerte Ramón, Jesús, Odilón y Lucas, el lugareño que les había ha abierto las puertas de su propiedad para refugiarse de un tremendo aguacero en su intento por hacer senderismo en La Malinche. 

La ideología, cuando se mezcla con la ceguera clerical, suele cobrar vidas y manchar de sangre la historia. El fantasma del comunismo fue utilizado en ese año por el sacerdotes de San Miguel Canoa, Enrique Meza Pérez que en esa época acusó a los jóvenes de entre 23 y 25 años de ser comunistas, propagandistas de izquierda, ladrones y roba chicos.

Utilizar una mentira como instrumento de acicate cobra vidas, divide entre propios y suele correr cortinas de humo para proteger a los autores de las falsedades que además de estar impedidas en los diez mandamientos -no darás falso testimonio ni mentirás, - constituyen a todas luces una ilegalidad, pero nada hemos aprendido.

@FerMAldonadoMX

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