Parabólica.mx escribe Fernando Maldonado
No es el “gobernador, gobernador” que un grupo de invitados coreó en el viejo edificio de Xicoténcatl, la antigua sede del Senado de la República, lo que llama la atención del informe que Alejandro Armenta ofreció la mañana de lunes, como presidente de la Mesa Directiva de la Cámara Alta.
En un contexto de efervescencia política, de fiebre electoral y de pasión por la contienda anticipada por la sucesión en Casa Aguayo en 2024, el grito desde el sillerío en el patio central de ese icónico edificio alimentará expresiones en pro y en contra, sobre todo porque la clase política local ya está decantada en favor de uno u otro de la lista de personas que se han apuntado con suficiente antelación.
Lo que importa es la pieza oratoria pronunciada frente a la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján, representante del presidente Andrés Manuel López Obrador en un mensaje de poco más de 2 mil palabras trazó una narrativa que tomó un camino diferente al de la polarización.
Fue casi al final del discurso que anticipó escenarios que comienzan a ser cada vez más visibles: el de la disputa abierta por espacios de poder… Y candidaturas futuras.
“En este último año se desarrollará un proceso electoral muy importante en nuestro país, independientemente de los proyectos y visiones que se confrontarán, los exhorto a que el Senado sea un espacio de diálogo y acuerdos. Sé que el debate será intenso; sin embargo, si se desarrolla dentro del respeto y de los cauces legales y reglamentarios, siempre será una posibilidad de acuerdo o solución a los posibles conflictos”, enumeró en una evidente alusión a la efervescencia política.
También tendió puentes con el Poder Judicial, con quien el presidente mantiene una abierta batalla declarativa.
“… reconocemos las facultades constitucionales y legales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para tutelar y conservar la permanencia, la vigencia y la supremacía de nuestra Carta Magna, a fin de propiciar el mantenimiento del orden constitucional y convencional de nuestro país. Y si bien podemos diferir en algunas de sus resoluciones, entendemos la división de poderes, por lo que respetamos sus determinaciones y esperamos que, en adelante, se puedan abrir mayores canales de diálogo que fortalezcan la institucionalidad de los poderes del Estado”.
En un periodo en el que nada salía del control omnímodo del viejo presidencialismo, la sola cortesía con un poder del Estado que ha rivalizado con el inquilino de Palacio Nacional en los últimos meses, contradice la línea argumental de los detractores de la 4T por un verticalismo existente en el imaginario opositor.
En medio de una conversación pública habitualmente dominada por la descalificación, la ira y el avasallamiento los dos guiños que Armenta realizó serán puestos en segundo plano porque una voz casi unánime pondrá el acento en el futurismo que domina por estos días.
“En un futuro cercano me tocará reincorporarme a los trabajos legislativos desde mi escaño, desde donde seguiré impulsando la transformación que México necesita” dijo en su mensaje que dio pauta a una lectura futurista política y electoral, materia de análisis sin calenturas, con más rigor y aplomo.
@FerMaldonadoMX
