Máscaras escribe Jesús Olmos
La semana pasada hablábamos del intento de los actores políticos de la oposición por elevar al tono de las groserías la no campaña rumbo al 2024 con miras a arrebatarle el poder al grupo liderado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Hablamos de las palabras altisonantes, con las que poco a poco comienzan a llenar el debate público, el efecto nocivo que supone hacer campaña a los gritos, majaderías y sombrerazos, y los peligros que supone repetir aquellas campañas de contraste que son un parteaguas en la polarización política y social desde el año 2006.
Durante toda la semana, se ha venido hablando de los puntos de Xóchitl y Santiago, de que para algunos se han vuelto como una “nueva esperanza” que contrasta con el tono presidencial, que le dan al traste en los puntos flacos que no se esperaba la Cuarta Transformación y otras tantas cosas más de quienes buscan impulsarlos para que levanten en su popularidad, pero en mucho de eso hay poco análisis y más desesperación porque se vaya lo que ya no quieren. Y por supuesto que, si la gente así lo decide, deberá irse el grupo de López Obrador por el sectarismo con el que se han comportado, cargado de una profunda hipocresía sobre sus principios rectores.
Pero en estos intentos de dar manazos en la mesa y tildar de “pendejos” a los que piensan diferente, lo único que logran quienes buscarán abanderar la alianza de los partidos PRI, PAN y PRD, es exhibir su desesperación.
Y eso viene porque sus candidatos no emocionan, no conectan, no se sienten como alguien cercano o alguien que venga de la gente, cargan con la loza partidista y de sus dirigentes.
Y vamos por partes, primero esta que, aunque lo quieren ocultar y tratan de ciudadanizar la alianza, lo cierto es que cualquiera de los dos si ganan tendrán que ser abanderados, bendecidos y bautizados por siglas como las del Partido Revolucionario Institucional, que carga junto a su logo con los colores de la bandera una cuota enorme de negativos.
Y es así, porque los que ahora se dicen defensores de la patria contra el autoritarismo, hace 5 minutos estaban del lado de los Peñas, Duartes, Borges, Beltrones, Camachos y compañía.
También, cualquiera que sea su abanderado deberá responder, porque nadie de los panistas decía nada desde el sexenio de Vicente Fox y luego, con Felipe Calderón, le entregaron la seguridad a uno del narco, hicieron fuertes y poderosos a los cárteles y sus líderes, y nos llevaron a una hecatombe violenta que no se ha podido frenar hasta hoy.
Y también, deberán llevar las siglas del Partido de la Revolución Democrática que, aunque sea de membrete, un partido que funge como un simple acompañante con puro cascarón, deberán justificar que siendo opciones de derecha se quieran vender como lo más progresista de la oposición, sin ningún tipo de sustento ideológico, sino basados en un simple intento falaz de coqueteo con el electorado.
Sus simpatizantes van a seguir gritando y llevando a programas de TV que "ni rateros ni pendejos”, y los van a voltear a ver, y mientras no tengan más que proponer, van a seguir siendo un cero a la derecha.
@Olmosarcos_
JEsús Olmos
