Enojo animalista (Parte II)

Enojo animalista (Parte II)
Jesús Olmos
Máscaras

Máscaras escribe Jesús Olmos 

No es solo el abandono institucional que desde el estado se ha dado a los animales ante la contingencia volcánica, la oleada de calor y en el Instituto de Bienestar Animal, también ocurre en los municipios donde debería existir una visión propia de estas problemáticas.

La gran opinión pública ha mantenido la atención (y con justa razón) en el tema de la poda indiscriminada y hasta ilegal de árboles, luego de lo ocurrido en una concesionaria de autos del bulevar Hermanos Serdán, pero esa no es la única ventana abierta para la titular del área de Medio ambiente de la capital, la panista Myriam Arabian Couttolenc, que pronto será llamada a comparecer ante el Congreso.

En el tema de los animales, su gestión también ha dejado mucho que desear, puesto que igual que el estado, solo responde en aquellos casos en los que interceptan la influencia de los denunciantes, la viralización o el control de daños para la administración municipal, más allá de una política pública responsable o exitosa, medible de alguna forma.

Entre los principales reproches está que, lejos de la falta de personal y la dudosa capacitación, no se generan las visitas que se pactan para el seguimiento a los casos de maltrato, lo que ocasiona, incluso para el conocimiento de quienes laboran en el área, una total y absoluta impunidad a maltratadores, malos tenedores o aquellos que no entienden que la vida de un animal no es un producto que se desecha como si fuera basura.

Son constantes los mensajes en las redes sociales en los que se alerta por animales en las azoteas, bajo el inclemente sol, dejados a su suerte en rejas a pesar de la ceniza, perros o gatos que son dejados sin agua o sin comida por varios días, de los cuales el municipio no atiende ni el 10%.

En ocasiones han procedido a levantar perros sin la debida capacitación, los lastiman y los maltratan para llevarlos a las perreras en donde las instalaciones son precarias, no hay atención, ni recorridos como los que hacen todas las mañanas los encargados de las otras áreas del municipio, y es justo ahí donde los propios animales se han acercado con el alcalde Eduardo Rivera, en busca de ser visibilizados, como parte de la colectividad y de las problemáticas que arrastra la ciudad.

Luego, ante una población inmensa, se habla de 800 mil animales en las calles, no hay una sola política pública de esterilización masiva promovida por el ayuntamiento que vaya y ataque el tema de raíz, han sido múltiples las quejas de colectivos que ven con desesperación ser el último recurso ante la ausencia total de las instituciones.

Lo mismo ocurre en Tehuacán, donde funcionarios municipales ordenan la desaparición, el levantón de perros, por aparentemente dar una mala imagen al municipio, porque son callejeros o no tienen dueños, y luego omiten su ubicación y se niegan a dar detalles de su paradero.

Es una gigantesca cadena de omisiones, que no empezaron ni ayer ni hoy, pero que con el paso de cada mandato se va volviendo una bola de nieve difícil de parar. En algún punto deberán comenzar a atenderla.

 

@Olmosarcos_ 

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