Máscaras escribe Jesús Olmos
La figura del presidente Andrés Manuel López Obrador, se ubica más allá de una simple imagen de un político en la eterna lucha por el poder, su presencia se ha vuelto un hito para quienes lo han seguido en su caminar al poder.
Con 12 años desde que Morena se hizo partido y casi 20 desde que inició la búsqueda de la presidencia, las palabras de AMLO han cobrado forma de estatutos, principios básicos, procesos, simbolismos y son la base discursiva de un movimiento que aglutina una estela de políticos que jamás habría sido posible ver unidos en torno a nada.
Sus ideas se plasmaron en programas sociales que han sido elevados a rango Constitucional, sus proyectos han detonado cambios en la forma de percibir al país y cómo ha sucedido con otros presidentes, su forma de ejecutar su función incide en la vida de millones de personas, para bien y para mal, por igual.
Guste o no, la presencia de AMLO no pasará desapercibida para la historia, con cinco años de mandato han marcado al país, han provocado una impensable alianza opositora, han politizado a sectores que históricamente eran apáticos, ha sacado a las calles a grupos sociales que no veían la necesidad de tomar las manifestaciones como bandera.
Ya ha pasado el suficiente tiempo para que el presidente sepa que todo aquello que ha hecho y dejado de hacer en el tema de seguridad va a conformar parte de su legado. La espiral de violencia no parece ceder ante la estrategia elegida de no enfrentar el fuego con el fuego.
En materia económica, se le sigue regateando los resultados, pero será este último año y si la fortaleza de la moneda se sostiene, la que le dará mayores réditos por que habrá pisoteado los augurios de que quebraría las finanzas públicas.
López Obrador se ha convertido en un hito, y es tanto así que el periodo electoral que veremos el próximo año gira en torno a la continuidad del proyecto de nación que él mismo creó o si se le dice que no a la continuidad de sus ideales.
Pero con todo esto, entre sus seguidores más polémicos sigue habiendo un oído selectivo cuando se habla de los mandamientos que ha heredado el líder moral al movimiento.
Vemos por ejemplo en Puebla, que poco se dice de las alianzas funestas que sus aliados han hecho con personajes como Tony Gali López, Enrique Doger y otros tantos ligados a los grupos que persiguieron a los morenistas antes de encumbrarse en 2018.
Poco se dice también de la solicitud del presidente por frenar la campaña excesiva de espectaculares por toda la entidad, definida por él mismo como una práctica conservadora, para dar paso a una ocupación casi total de la publicidad exterior con rostros y logotipos guindas.
La palabra de AMLO va desde la biblia de los auto asumidos obradoristas, hasta los oídos sordos de los aliados que una vez y otra más, se dejan seducir por las viejas prácticas de la partido que llega con mayor popularidad a las contiendas federales y locales del 2024.
Si se aplicara a rajatabla cada uno de los dichos de AMLO sobre la conducción de los personajes de la política, Puebla se quedaba sin varios de sus contendientes, a nivel nacional igual y la 4T se resquebrajaba a pedazos.
@Olmosarcos_
Jesús Olmos
