Campeonísimo

Campeonísimo
Antonio Abascal
El Blog de Puebla Deportes

El Blog de Puebla Deportes escribe Antonio Abascal

Hace treinta y tres años el Puebla logró su segundo campeonato de liga (y hasta el momento el último) con una trabajada victoria de 4-3 (6-4 global) sobre los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara en un Estadio Cuauhtémoc rebosante, un mes antes se había coronado campeón de Copa imponiéndose a los Tigres de la Autónoma de Nuevo León que dirigía Carlos Reinoso por lo que ese 26 de mayo de 1990 cuando Roberto Ruiz Esparza levantó el trofeo de liga también se ganó el título honorífico de campeonísimo, es decir, ganar la liga y la copa en la misma temporada.

De ese equipo conformado por estrellas en cada posición se ha hablado mucho se recuerda el cambio de técnico tras una campaña de ensueño que terminó en pesadilla en la liguilla en la 88-89 por lo que el chileno Pedro García dejó al club y Manolo Lapuente regresó a la Franja, se recuerda la forma en la que Emilio Maurer se comprometió desde la presentación del equipo a obtener el campeonato, se recuerda el cambio a media temporada ante el flojo rendimiento de la estrella paraguaya Julio César Romero “Romerito” quien tenía en su currículum haber jugado en el Barcelona de España y ser la figura guaraní en el mundial de México 86 donde la albirroja alcanzó por primera vez los octavos de final, pero en el Puebla no funcionó y a medio torneo fue sustituido por Edivaldo Martins da Fonseca quien había vestido la playera de la selección brasileña.

También se recuerda el camino de un equipo que en las formas fue comparado una y otra vez con el de Pedro García, las críticas de la afición, se ha señalado las dudas por un flojo cierre de torneo donde de los últimos ocho juegos perdió cinco (2-1 con Santos en Torreón, 1-2 con Monterrey en el Cuauhtémoc, 2-1 con Irapuato en la ciudad fresera, 1-2 con Toluca en Puebla y 0-2 con Pumas también en casa), empató dos (1-1 con Atlas en el Jalisco y 2-2 con América en el Azteca) y sólo ganó uno (2-1 a Tecos en la fecha 34 en la Angelópolis) lo que significó perder el liderato general, eso sí en medio de la consecución de la Copa México https://www.youtube.com/watch?v=VNbZfLj4wfk&t=64s, y dio paso a la multicitada frase de Manolo Lapuente ante las exigencias de Emilio Maurer: “Quieres el liderato o ser campeón”, dijo el técnico a lo que el directivo contestó que el campeonato por lo que el estratega cerró la conversación con un “entonces déjame trabajar”.

El Puebla entró a la liguilla como tercero de la tabla superado por el América, que acabó como líder, y por los Pumas de Miguel Mejía Barón. La situación empeoró cuando el 9 de mayo al arrancar la liguilla, los Correcaminos de la Autónoma de Tamaulipas se impusieron 3-1 en la ida de los cuartos de final en Ciudad Victoria. Era la sexta derrota en los últimos nueve juegos de liga, la escuadra que dirigía Ignacio Jáuregui tuvo un demonio difícil de controlar, el uruguayo Jorge Cabrera quien abrió el marcador minutos antes del cierre del primer tiempo con un tanto al minuto 42, Jorge Aravena parecía dar cauce lógico al empatar el juego al 65, pero vino el cierre de los locales que tomaron la ventaja con el gol del panameño René Mendieta al 79 y sacaron más renta con un nuevo gol de Cabrera. El resultado provocó otro duro episodio entre Maurer y Lapuente: El directivo, bastante molesto, bajó al vestuario para regañar a los futbolistas pero el técnico lo frenó y blindó al vestidor con su: “Quien no crea que vamos a remontar y vamos a ser campeones no puede estar en este vestidor”https://twitter.com/i/status/1333605491516182528.

Tres días más tarde, el sábado 12 de mayo el Puebla ofreció un duelo dramático en una tarde noche lluviosa. El equipo de la Franja necesitaba ganar por dos goles de diferencia y al minuto veinte el lateral derecho, Arturo Álvarez abrió el camino, pero los Correcaminos se cerraron y daban sensación de peligro con los lanzamientos de Richardson Smith a la velocidad de Jorge Cabrera y René Mendieta; ya en el segundo tiempo, al sesenta y cuatro, el otro lateral, el izquierdo, Arturo “Mango” Orozco (el que había logrado el empate en el marcador global en la final de la 82-83 ante Chivas) logró el anhelado tanto que daba el boleto a las semifinales, sin embargo, faltaba drama, dos minutos más tarde el duro defensor tamaulipeco Adrián Hincapié marcó un golazo para acercar a los que en ese momento jugaban de naranja a la gran sorpresa de llegar a semifinales; Lapuente hizo cambios para refrescar y el joven extremo Arturo Cañas fue clave al marcar el tercero al minuto 77 tras una buena personal; era el gol del pase por la mejor ubicación en la tabla, era el gol que le daba un respiro a un equipo que llegaba con muchas obligaciones https://www.youtube.com/results?search_query=correcaminos+3-1+puebla+89-90.

Dentro de la historia del campeonísimo hay algo que se menciona menos: La profundidad de la banca de ese Puebla; un  año antes la lesión de Marcelino Bernal al arrancar la liguilla frente a Tecos fue un factor que no pudo solventar Pedro García, un año más tarde también hubo lesiones: José Manuel “Chepo” de la Torre había sido clave en el mediocampo, había llegado en la recta final de la pretemporada cuando se gestó un cambio entre Chivas y Puebla, Paúl Moreno dejó a la escuadra camotera para enrolarse con el chiverío y Chepo llegó tras su exitoso paso por el Oviedo de España; Chepo se entendió con Marcelino Bernal, con Jorge Aravena y con Guillermo Cosío en el mediocampo, sus trazos largos ayudaron al equipo y su fina pegada fue otro argumento en un equipo que gozaba del cañón del “Mortero” Aravena y de la potencia de Marcelino, el tapatío había sido clave en la final de copa y en esa voltereta ante Correcaminos, pero en la espectacular semifinal que se saldó con un 4-4 en el Cuauhtémoc ante Pumas se lesionó y ya no pudo jugar el resto de la liguilla por lo que Javier “Chícharo” Hernández tomó su lugar y lo hizo con brillantez siendo pieza fundamental en el triunfo en CU ante los Pumas donde marcó dos goles y luego en la final, mientras que Ángel Torres cerró en lugar de Cosío.

La profundidad de la banca del Puebla fue clave para el campeonato porque permitió que Lapuente modificara formaciones, durante el torneo llegó a jugar con tres centrales: Edgardo Fuentes, Roberto Ruiz Esparza y Gerardo González a quien tiraba más a la banda, en otros momentos jugó con cuatro mediocampistas y en otros con un clásico 4-3-3 como cerró con Edivaldo y el “Chícharo” como extremos. La profundidad de la banca camotera permitió que personajes como Arturo Cañas y Alberto Morales tuvieran protagonismo en la liguilla como revulsivos, la profundidad fue clave para no sentir las bajas.

La semifinal ante Pumas fue vibrante con 8-6 global, 4-4 en Puebla en un juego de toma y daca donde por los universitarios brillaron el chileno Juan Carlos Vera manejando los hilos y Jorge Campos en su rol de delantero, el 16 de mayo precisamente Vera abrió el marcador al veinte, Carlos Poblete lo igualó tres minutos más tarde y Jorge Aravena le dio la ventaja a los locales al 35, Manolo Negrete apareció al 50 para decretar un nuevo empate, Jorge Campos hizo un golazo para dar la ventaja a los universitarios al setenta a lo que contestó nuevamente Aravena al 76, “El Búfalo” apareció al 81 para marcar lo que parecía el tanto de la victoria hasta que Abraham Nava igualó al 86 https://www.youtube.com/watch?v=40NBdaXAwdg&t=28s. El Puebla otra vez estaba obligado a la victoria en la vuelta, sólo que está vez era en calidad de visitante en una cancha que siempre se le ha complicado, pero la tarde del sábado 19 de mayo el cuadro camotero jugando con su bello uniforme azul con la franja blanca no dio opciones a la escuadra de Mejía Barón: Carlos Poblete marcó dos goles en dos minutos al 23 y 25, Meno Vázquez quiso regresar a los Pumas con un gol de penal al 34 pero apareció Javier Hernández justamente al 45 para devolver la ventaja poblana, Lapuente manejó el segundo tiempo que además se puso de cara con un nuevo gol del “Chícharo” al 61 que ya dejó a los universitarios sin respuesta pese a lo cual Alberto García Aspe anotó al 87 para poner las cifras definitivas https://www.youtube.com/watch?v=VTNJ-zify1g.

El Puebla estaba en su segunda final en siete años y además iba a ser local para la vuelta ya que la U de G con un error del árbitro Garza y Ochoa, quien marcó una mano fuera del área como penal, había eliminado al América en el Azteca. Los Leones Negros eran dirigidos por Alberto Guerra quien siete años atrás había perdido la final en penales contra Chivas; como hacía siete años el rival poblano en la final era tapatío y la ida se jugaba en el Jalisco. El 23 de mayo, el Puebla parecía no querer más sustos y obligaciones de remontada en la vuelta y ganó el duelo para lo cual tuvo que venir de atrás ya que Daniel Guzmán adelantó a los locales al treinta y tres, pero Carlos Poblete igualó al treinta y nueve y Jorge Aravena hizo el gol de la victoria al 62 https://www.youtube.com/watch?v=4XoG53sIWVk, por eso la tarde del sábado 26 de mayo se respiraba un ambiente festivo en las calles aledañas al Cuauhtémoc, el inmueble se llenó desde dos horas antes para el partido, las banderas azules y blancas con la franja monopolizaban el paisaje en el estadio, pero los Leones Negros tenían un gran equipo y salieron decididos a dar la campanada, se adueñaron del balón y un autogol de Roberto Ruiz Esparza al minuto veinticinco alimentó su esperanza, siete minutos más tarde, Daniel Guzmán materializó el buen juego tapatío y logró el gol de la voltereta: La U de G ya estaba por arriba y obligaba al Puebla, otra vez, a una remontada.

Sólo un minuto después, justo cuando el nerviosismo se adueñaba de los aficionados, justo cuando el Cuauhtémoc había pasado de la alegría al desconcierto, en el saque tras el gol vino un trazo largo que cayó a la banda derecha, donde Javier Hernández recortó al centro y sacó un disparo al ángulo que no pudo ser desviado por el cancerbero de los universitarios tapatíos, Víctor Manuel Aguado, fue un gol que liberó al equipo y a la afición, seis minutos después, el “Chicharito” volvió a desbordar por su banda y Jorge Aravena prendió el centro para decretar el empate en el juego y devolver la ventaja global que ya no se perdería. Aravena hizo un nuevo gol al 72 para dar paso a la fiesta, las pancartas con el “Lapuente perdónanos” aparecieron en las tribunas, Poblete se sumó al aprovechar un trazo de Aravena y su festejo ha quedado en las retinas de los aficionados poblanos, era el gol de la gloria, era el gol que coronaba a un equipo construido para el campeonato, era el gol consagratorio del “Búfalo” que además vivía un gran momento personal a la espera de su primera hija. Jorge Dávalos hizo un golazo para la U de G que cerró la cuenta, que generó un pequeño connato de bronca cuando Pablo Larios se negó darle el balón, pero la realidad es que ya los Leones Negros podían hacer muy poco https://www.youtube.com/watch?v=Pt5iuZX4Bps.

Bonifacio Núñez pitó el final del partido y dio rienda suelta a los festejos, Ruiz Esparza corrió a abrazar a Lapuente (que también así ganaba su segundo campeonato como entrenador un año más tarde de su despido fulminante en Cruz Azul), Larios y Fuentes ganaban su primer campeonato, los Arturos, Álvarez y Orozco, sumaban su segundo título de liga con el Puebla, Maurer había cumplido su palabra: El Puebla era campeón, campeonísimo y veía el futuro con optimismo. Ese sábado 26 de mayo jugaron: Pablo Larios en la portería, Arturo Álvarez, Roberto Ruiz Esparza, Edgardo Fuentes y Arturo Orozco, en la defensa; Ángel Torres, Marcelino Bernal y Jorge Aravena en el mediocampo; Javier “Chícharo” Hernández (Alberto Morales al 58), Carlos Poblete y Edivaldo Martins da Fonseca (qepd) (Arturo Cañas al 58).

Treinta y tres años han pasado de esa gesta, el Puebla no ha vuelto a ganar en liga, ha descendido dos veces, la última final que disputó fue en 1992, es decir en la era de los torneos cortos ni siquiera se ha asomado a esa instancia sólo con las semifinales del Invierno 96, Verano 2001, Clausura 2009 y las del Clausura 2021; por eso más que nunca es importante recordar los días de triunfo para que la afición no olvide que su querida franja fue protagonista, fue dominadora, que tuvo grandes jugadores; es cierto, las aficiones se alimentan de triunfos, pero también de páginas gloriosas como las de hace treinta y tres años y por ello es importante no cansarse de contarlas, recordar a los héroes y reconocerlos siempre. Uno nunca sabe cuándo se van a volver a saborear las ricas mieles del triunfo. 

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