Futbol sobrevalorado

Futbol sobrevalorado
Antonio Abascal
El Blog de Puebla Deportes

El Blog de Puebla Deportes escribe Antonio Abascal

El América goza de su décimo cuarto título de liga conseguido con todo merecimiento por el futbol desplegado en el Apertura 2023 pero con polémica arbitral por la rigorista expulsión de Raymundo Fulgencio en la recta final de los noventa minutos que decantó la balanza en una serie muy pareja en la que Tigres fue mejor en los primeros 45 minutos celebrados en la cancha del Estadio Azteca para dar paso a un dominio americanista en la segunda con oportunidades para ambos equipos que fueron desaprovechadas; el América encontró en esa tarjeta roja el camino para el campeonato, no pudo ser en los minutos finales pero golpeó al iniciar el tiempo extra aprovechando un error de Diego Reyes y la tibieza de Luis Quiñones para ir por el rebote de Nahuel Guzmán y ahí la final estaba lista para sentencia, misma que llegó con los golazos de Richard Sánchez y Jonathan Rodríguez ante unos Tigres que ya jugaban con nueve por la expulsión de Nahuel Guzmán https://www.youtube.com/watch?v=23tTF8-_4RQ.  

Mientras esto sucedía en el Azteca para darle un cierre épico y “soñado” al inmueble de Santa Úrsula antes de su remodelación para el mundial de 2026, el futbol mexicano vivió otra jornada que los jilgueros intentaran justificar pero que es otra muestra palpable del nivel actual y de la forma en que se han dado pasos hacia atrás en el desarrollo del futbol mexicano. El León perdió 1-0 en el Mundial de Clubes ante el Urawa Reds de Japón en un partido donde la escuadra que todavía dirigía Nicolás Larcamón mostró un planteamiento muy amarrado y en el que terminó pagando en la recta final. La derrota ocasionó el cese del timonel argentino al que, ahora sí, le vendría bien un tiempo de descanso (tal vez un año sabático como anunció cuando dejó el Puebla) para analizar lo que le ha sucedido https://www.youtube.com/watch?v=wI4ImBtxdY4.

La forma en la que León cayó ante el cuadro japonés significa que el timonel argentino traicionó sus ideas porque en su llegada a México se dijo defensor del futbol ofensivo y dinámico, algo que con sus puntos altos y bajos se debe reconocer que mantuvo en Puebla y en general también con el León, pero otra vez Nicolás Larcamón demostró que no ha aprendido a jugar las eliminatorias: Le pasó con el Puebla en la primera liguilla cuando en la semifinal ante Santos recibió dos goles tempraneros y lejos de cerrar la sangría para llegar a la vuelta con posibilidades siguió intentando un ida y vuelta donde resultó perdedor ya que los laguneros finiquitaron la serie con otro gol ante la falta de contundencia poblana https://www.youtube.com/watch?v=Mlnyjb3sodg&t=14s. En las posteriores visitas a la liguilla no supo corregir al grado de recibir esa doble goleada del América en cuartos de final. En dos torneos con los esmeraldas sufrió una historia parecía perdiendo una reclasificación ante San Luis y en cuartos nuevamente ante América donde ya demostró que había dado un paso atrás en el planteamiento, hasta llegar a la triste imagen que ofreció el viernes pasado en el mundial de clubes para perder la oportunidad de enfrentarse al Manchester City de Pep Guardiola en las semifinales del torneo.

Nicolás Larcamón es un buen técnico pero no ha crecido desde su llegada al futbol mexicano, principalmente por su falta de autocrítica, misma que se hizo presente en el Puebla donde nunca supo corregir los errores puntuales de su requipo en la táctica fija, un problema que se repitió en León. De tal manera, el argentino se fue creyendo el cuento de la popularidad cuando en cada rueda de prensa en Puebla, primero recibía una serie de loas antes de contestar, se creyó aquello de participar en la mesa de “Los Maestros” durante el mundial de Qatar y ahora debería verse en el espejo de Miguel Herrera a quien su falta de autocrítica ha condenado a un segundo plano hablando de resultados. Larcamón hizo un buen trabajo con el Puebla, más allá de que algunas decisiones suyas no ayudaron a que el equipo de la Franja llegara más lejos, pero en el León se quedó muy corto debido al talento de la plantilla, por lo que deberá seguirse preparando para crecer como técnico.  

Pero más allá de la situación de Larcamón, la tempranera eliminación del León es una más de los clubes mexicanos en el mundial de clubes que salvó el subcampeonato de Tigres ante el Bayern Múnich, el tercer lugar de Monterrey y una actuación decorosa del Atlante frente al Barcelona de Pep Guardiola, han vivido tristes desenlaces https://www.youtube.com/watch?v=29Sg1zpe3oI. Si el futbol mexicano siempre es víctima de una sorpresa por medio del representante africano o del asiático, si siempre se valora como sorpresa lo que hace el rival quiere decir que seguimos inflando al futbol mexicano. Los medios, la afición y hasta los futbolistas nos hemos creído eso de que la Liga Mx es una de las mejores del continente, creemos que como hay mucho dinero en la liga y se pagan buenos sueldos el nivel es proporcional a la inversión cuando la realidad es muy distinta aunque se gaste mucho en el futbol mexicano las decisiones de los hombres de pantalón largo siguen impactando directamente y para mal en el nivel competitivo de los clubes y de la selección nacional.

México no es una potencia futbolística ni a nivel de clubes ni de selecciones, México cuenta con algunos buenos futbolistas que requieren competir más para crecer pero de un tiempo para acá, las autoridades de la Federación mexicana de Futbol tienen miedo a competir como si eso afectara al gran negocio que están haciendo. Tras el fiasco del mundial de Qatar 2022, la Federación ha estado inmersa en una serie de cambios incluyendo un corto proceso de Diego Cocca al frente de la selección nacional, se han ido varios dirigentes han llegado otros que incluso han reformado el organigrama federativo con la figura del Alto Comisionado al que ahora le reporta el Presidente de la Federación Mexicana de Futbol, un especialista en el área de organización deportiva. Cocca se fue para dejarle su lugar a Jaime Lozano quien no ha tenido mucha experiencia en clubes pero ya tiene una medalla olímpica en su palmarés, sin embargo el manoseo de jugadores continúa, los partidos inútiles en Estados Unidos, el excesivo peso mediático de la selección. Si las cosas se hacen igual que hace años y sólo se cambia a los personajes el resultado será el mismo aunque el camino se adorne de manera distinta.

Sucede lo mismo con los clubes, León no es el primero que no llega en su punto más alto de rendimiento al mundial de clubes, prácticamente le ha pasado a todos. El futbol mexicano ha  perdido la costumbre de competir en varios torneos a la vez, el jugador se ha ido acomodando y sacarlo de la rutina no ha sido posible, a la par de seguir viendo menos a los rivales africanos y asiáticos. La historia en nuestro futbol es cíclica en cuanto a la preparación y por ello los resultados son casi idénticos, con matices en las formas y con distintos personajes porque la esencia no ha cambiado más allá de los nombres del momento.

Tras la derrota del León en el mundial de clubes siguió el descalabro del combinado que preparó durante menos de una semana Jaime Lozano y que llevaba el nombre de selección mexicana para disputar un juego en Los Ángeles ante una Colombia sin sus principales figuras porque no era fecha FIFA. El cuadro de Lozano iba ganando 2-0 ya en el segundo tiempo con goles de Govea y de Guillermo Martínez, el jugador del Puebla de la Franja que aprovechó los minutos al dar un pase para gol y marcar el segundo que parecía daría el triunfo a los tricolores, sin embargo, el cuadro mexicano colapsó faltando veinte minutos y los colombianos le dieron la vuelta en otra demostración de que el futbol mexicano se está quedando corto y para muestra los últimos resultados ante equipos sudamericanos https://www.youtube.com/watch?v=IUQekpQ1sEU.

Jaime Lozano mandó de inicio a Toño Rodríguez en la portería, Ricardo Chávez, Alexis Peña, Jesús Orozco Chiquete y Brian García (Omar Campos 80’), en la defensa; Omar Govea, Rodrigo López (Erik Lira 71’), Jordi Cortizo (Alfonso González 71’), Dieter Villalpando (Bryan González 61’) y César Huerta, en la media cancha; Guillermo Martínez (Edgar López 80’), en la delantera. Aquí el tema será seguir de cerca las nuevas convocatorias para ver quiénes de estos, que no sean Rodríguez, Huerta y Cortizo que son habituales, realmente tienen una verdadera oportunidad en el equipo tricolor. Eso se llama manoseo y eso podría ser considerado también como un engaño para los paisanos de California que fueron al partido de la selección mexicana, no a uno donde no estaban las figuras de uno y otro bando debido a que se juntaron para jugar un amistoso por el cual se cobró.

Manoseo de jugadores, cambio de dirigentes que sólo aplican la misma receta de los últimos años, jugadores de momentos que hoy destacan y mañana desaparecen para tomar un nuevo aire y para volver a gozar de alguna buena etapa como el caso de Martínez y Villalpando, jugadores de moda que se pelean todos para luego ir cayendo en el escalafón como Damm, que agarró un nuevo aire en el San Luis, Lainez y hasta Marcelo Flores sin peso en Tigres. El futbol mexicano se ha acostumbrado a los torneos al vapor (la época de los torneos cortos está por cumplir treinta años en 2026) que en lejos de ayudar han alimentado a la irregularidad del jugador mexicano. En estos casi treinta años hemos perdido competitividad por más que los jilgueros digan lo contrario, eso no se nota en nuestra casa pero cada vez que salimos chocamos de frente con la realidad, aunque entonces aparezca la operación cicatriz, se cambie a los técnicos y los jugadores pidan perdón para iniciar el ciclo en donde las decisiones importantes siguen siendo las mismas. Hoy las nuevas generaciones hablan de bucles, pues el bien el futbol mexicano es la definición ideal de bucle (una situación que se repite de forma interminable).

América es campeón, los anti americanistas también tienen argumentos para mantener su teoría conspiratoria, la selección perdió su último juego, pero ya estaremos al pendiente de la próxima convocatoria de Jaime Lozano, el próximo torneo ya está a la vuelta de la esquina porque arranca el 12 de enero. El campeón saldrá de vacaciones esta semana, pero otros ya están reportando a su pretemporada, otros lo harán la próxima, aunque para muchos sea una temporada vacacional, los espacios deportivos se llenarán con los nombres de las contrataciones, dedicarán tiempo para hablar de rumores y al final llegaremos al Clausura 2024 con los mismos deseos de los anteriores torneos. De hecho, ayer mismo ya se presentó el calendario del siguiente del torneo en el que el Puebla abrirá en Monterrey ante los Rayados el sábado 13 de enero y se presentará en casa el viernes 19 a las 19 horas ante el Necaxa. Es el cuento de nunca acabar, la maquinaria gira y gira hacia el siguiente mundial, que además será en casa, con el sueño de llegar al quinto partido (que hoy equivaldría a llegar a los octavos de final, la misma instancia a la que hemos llegado desde Estados Unidos 94 con excepción de Qatar 2022), de tal manera esa es otra de las claves: Creemos que nuestro futbol es para estar entre los ocho mejores del mundo, cuando por treinta años nos hemos ubicadlo entre el décimo y décimo tercer lugar; claro que es bueno soñar con mejorar, el problema es que sólo lo soñamos no actuamos en consecuencia para buscar mejores resultados, sólo cambiamos nombres pero repetimos constantes al tiempo de negarnos y hasta tememos a la realidad: Nuestro futbol está estancado y está sobrevalorado. 

@abascal2

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