Historias de Engatusada por Lety Torres
“Te quitaré el útero y ahí decido si también los ovarios”, dijo mi médico en la última consulta para analizar los pro y los contras del tercer intento de tratamiento para la menopausia ante mi intolerancia a las hormonas, estrógenos y demás cocteles de inyecciones y pastillas para aminorar los terribles síntomas.
La noticia era de esperarse ante la poca efectividad de los tratamientos; sin embargo, escuchar que te será extraído una parte del cuerpo no se procesa tan sencillo.
Es una especie de ruptura total y repentina con tu propia identidad con aquello que hasta este momento en cierto modo te había definido.
¿En qué momento me convertí en esta mujer ojerosa que veo frente al espejo y que a veces no reconozco?
Las pinches hormonas ¡joder! ¿por qué nadie lo dice antes?
Rigen absolutamente todo en nuestra vida. El humor, el sueño, el cansancio, la piel, el cabello y ni qué decir de nuestra vida sexual.
Datos del Censo de Población y Vivienda 2020 indican que en México existen aproximadamente 14 millones 847 mil mujeres de 50 años, un poco más o quizá menos.
Ahora pertenezco a esta estadística y todos los días me repito que sigo siendo yo, que no me he perdido, que solo estoy en una versión más compleja. Al principio no lo sabes, al principio no te encuentras.
No hay nada que logre vincular esta nueva etapa tuya con aquella que parece tan remota.
Aquella en la que tu cuerpo respondía siempre como querías y en la que ibas y venías de ti misma a tu antojo.
Aquí estoy, en este lugar que es transitorio, deseando recuperarme a mi misma y por supuesto recuperar lo que en el camino he ido perdiendo.
@LetyTorres_G