Gigantismo absurdo; nostalgia de buen futbol

Gigantismo absurdo; nostalgia de buen futbol
Antonio Abascal
El Blog de Puebla Deportes

El Blog de Puebla Deportes escribe Antonio Abascal

El camino hacia el mundial de Norteamérica empezó ayer con tres cerrados partidos en Sudamérica en lo que en las confederaciones de FIFA se conoce como CONMEBOL: La campeona mundial, Argentina arrancó la defensa oficial de su título con una trabajada victoria de 1-0 sobre Ecuador con gol de Lionel Messi quien llegó a los 104 con su selección, setenta más de los que marcó Diego Armando Maradona (dato del historiador Ángel Iturriaga), mientras que Colombia ganó con el mismo marcador a Venezuela con el tanto de Rafael Santos Borré y finalmente Paraguay no pasó del empate frente a Perú que se quedó con diez hombres desde el primer tiempo por la expulsión de Luis Advíncula. Hoy hace su presentación Brasil, con el interinato de Fernando Diniz en la dirección técnica, ante Bolivia y Uruguay inicia la era Marcelo Bielsa recibiendo a Chile.

De esta manera CONMEBOL abrió el camino hacia el mundial en tierras norteamericanas en lo que será una justa que marque una nueva etapa en la historia de esta competencia, que justamente hoy, 8 de septiembre, tiene un dato histórico sobresaliente. Ese día en 1928 la FIFA ratificó la idea que ya se había consensuado en el Congreso de Ámsterdam en el marco de los Juegos Olímpicos, mismos que vieron el bicampeonato de Uruguay al derrotar en la final a Argentina. En dicho congreso, el uruguayo Enrique Buero fue designado vicepresidente de FIFA, el primer ciudadano no europeo en acceder a dicho cargo y la otra gran decisión fue aprobar la propuesta de Francia para crear un torneo alterno a los Juegos Olímpicos para crear la llamada copa del mundo. La designación de la sede se dio hasta 1929, FIFA siguió dos criterios para entregar la sede a Uruguay: El festejo del centenario de su nacimiento como nación y en lo deportivo era el bicampeón olímpico tras admirar al mundo en París 1924 y Ámsterdam 1928.

La decisión de FIFA no gustó en Europa, Alemania y España fueron los primeros en anunciar que no acudirían a Montevideo; Hungría, Checoslovaquia e Italia se sumaron a las bajas el 17 de noviembre de 1929, al iniciar el 30 Francia también declinó al igual que Suecia, Noruega, Bélgica, Inglaterra, Polonia y Suiza.  “El 13 de abril de 1930 Enrique Buero asistió en La Haya, en representación del gobierno uruguayo, a la conferencia de codificación del Derecho Internacional. Allí mantuvo una entrevista con el Ministro de Asuntos Exteriores de Bélgica, Paul Hymans. Explicó la situación, lamentó la ausencia de Bélgica del mundial de Uruguay y solicitó su intervención para modificar la misma. El 27 de abril la asamblea de las Federaciones deportivas de Bélgica por 1,170 votos a favor y tres en contra decidió enviar a Uruguay el mejor equipo representativo”, dice la página oficial de la Federación Uruguaya de Futbol.

Dos meses antes de la justa, Buero se entrevistó con el subsecretario de estado francés Messie Pathé (integrante de la empresa de cine creada en 1896) al que convenció de la importancia de Francia en la idea de crear un mundial, por lo que ganó el compromiso galo de asistir al tiempo que Yugoslavia y Rumania también confirmaron, el mundial se celebró con trece equipos, Uruguay se coronó derrotando otra vez a Argentina y a partir de ese momento la idea de Jules Rimet por la que peleó tanto Enrique Buero y en general Uruguay no ha dejado de crecer a tal grado que ayer iniciaron las eliminatorias para lo que será la Copa el mundo con más equipos de la historia, en gran parte por la ambición desmedida de FIFA que sigue explotando a su producto llevándole a límites peligrosos sobre todo por la salud de los jugadores.

Lejos de la postura de Joseph Blatter quien tras el mundial de Corea-Japón 2002 reconoció que no había sido buena idea permitir que dos países organizaran de forma conjunta la Copa del Mundo, su sucesor Gianni Infantino ha demostrado que el alumno superó y por mucho al maestro. Ideó un mundial con cuarenta y ocho equipos que sea organizado ya no por países sino por regiones, tras el escándalo de corrupción de la FIFA en el que Estados Unidos e Inglaterra fueron los que más trabajaron para destaparlo se ha ido congratulando con los dos, pero al vecino del norte le ha entregado el futbol en los últimos años con el primer mundial gigante de la historia; para cumplir con los requisitos que el propio Infantino había marcado Estados Unidos cedió unas migajas a México y otras a Canadá para que tengan partidos, sólo de la fase de grupos, con toda la eliminación directa en la Unión Americana; en un principio se había anunciado un nuevo formato con dieciséis grupos de tres equipos cada uno, una ronda extra de eliminación directa (dieciseisavos de final), pero los mismos siete partidos que el campeón tendría que disputar. Qatar 2022 con su emocionante fase de grupos le mandó un nuevo tip al jerarca de FIFA que inició el cabildeo para que el mundial creciera aún más.

Con el pretexto de las sorpresas que se dieron en el último mundial y la decisión en la jornada final de cada uno de los sectores, FIFA decidió mantener el formato de grupos con cuatro equipos, ahora serán doce en la que los dos primeros avanzan, se recuperará la figura de los mejores terceros lugares vigente en los mundiales de veinticuatro selecciones, México 86, Italia 90 y Estados Unidos 94, con la novedad que no serán cuatro como en esas ediciones sino ocho para crear la ronda de dieciseisavos de final, esto significa que ahora para ser campeón habrá que disputar ocho juegos, que el quinto partido (ese que obsesiona a una selección tricolor) ya no será el de cuartos, sino el de octavos. En total el mundial ofrecerá 104 juegos, cuarenta más que en Qatar 2022.

Para tener a los cuarenta y ocho invitados (que parecen un exceso cuando ya desde los treinta y dos sonaban demasiados), FIFA decidió repartirlos de la siguiente manera: Los tres países organizadores ya están clasificados por lo que Estados Unidos jugará su décimo segundo mundial, México en su décimo octavo y Canadá en el tercero. CONCACAF tendrá tres cupos más para totalizar seis directos, CONMEBOL en la que participan diez equipos incluidos el campeón mundial tendrá seis boletos directos, por primera vez Oceanía tendrá un cupo directo, África crecerá de cinco en Qatar 2022 a nueve, Asía irá de los cuatro para la pasada edición a ocho y la UEFA, que representa a Europa, irá de los trece a los dieciséis, de esta manera tendremos a cuarenta y seis de los cuarenta y ocho invitados que se requieren, el resto se definirá mediante unos playoffs o repescas que se definirán de la siguiente manera: Asia tendrá un representante, África otro, Oceanía uno y Conmebol otro (por lo que diez participantes, siete podrían estar en la justa norteamericana), mientras que CONCACAF como confederación organizadora tendrá dos y la UEFA se quedó sin opción de participar en estos playoffs.

Son seis equipos que irán a las sedes mundialistas para jugar en un sistema de playoffs, las cuatro selecciones con el peor ranking jugarán en dos llaves y los ganadores accederán a una especie de final en la que esperarán los dos equipos con mejor ranking. Los ganadores de esas finales tendrán los últimos boletos al mundial.

FIFA ha apostado por el gigantismo, en su ambición desmedida no le ha importado atentar contra su principal producto, tal vez consciente que el gran público va a consumir de todas formas y sólo los enamorados del buen futbol tendrán que esperar instancias más avanzadas para ver calidad; lo preocupante es que sigue demostrando que la salud de los jugadores no le interesa porque aumenta el número de partidos que juegan cada año, se siguen reduciendo los espacios para los descansos y de la misma manera para las pretemporadas que irán tan importantes para dotar de una buena base física a las plantillas. Para conseguir este crecimiento desmesurado, el organismo que preside Gianni Infantino se ha aprovechado del concepto de democratización del futbol, en el derecho a jugar de todos los continentes y miembros, sin cuidar la calidad, sin reconocer que fue esa calidad la conquistó a millones de espectadores en el mundo, que fueron hazañas como las de esos uruguayos las que ayudaron a popularizar el futbol o las de aquellos alemanes que llegaron golpeados por la guerra, con dudas en su juego y que fueron capaces de descarrilar a la maravillosa máquina húngara (un equipo que casi setenta años después se sigue mencionando y que demuestra la falacia de los utilitarios que dicen que sólo nos acordamos de los ganadores), o las actuaciones individuales de los Pelé, Garrincha, Eusebio, Franz Beckenbauer, Kempes, Maradona, Rossi, Zico, Sócrates, Platini, Zidane, Iniesta, entre tantos otros.

Son ellos los que han generado que los mundiales y el futbol en general sea un fenómeno social digno de estudio, son ellos los que anotan goles, los que los evitan, son ellos los protagonistas de un juego tan generoso que han permitido que administrativos del deporte se apropien de él y que aun así es capaz de seguir generando admiración a partir de jugadores notables como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Ayer inició un largo camino para conocer a cuarenta y cinco equipos que acudirán a la fiesta de Infantino que arrancará en martes (9 de junio) y finalizará el domingo 19 de julio, se jugará en dieciséis ciudades: Atlanta, Boston, Dallas, Houston, Kansas City, Los Ángeles, Nueva York/Nueva Jersey, Filadelfia, San Francisco y Seattle en Estados Unidos; la ciudad de México, Guadalajara y Monterrey en nuestro país, Vancouver y Toronto en Canadá.

El mundial de futbol ha pasado de una bonita idea de la que los europeos se quisieron salir molestos por la designación de Uruguay como primera sede ante lo que Bélgica, Francia, Yugoslavia y Rumania salvaron el concepto de mundial, a un gigante que ha olvidado su raíz deportiva para dar paso a un producto lucrativo para la FIFA que es un invitada incómoda para los países anfitriones ya que les pide que organicen toda la fiesta y al final se queda con la mayoría de las ganancias. El camino para Norteamérica 2026 inició en Conmebol, ojalá que al final el gigante nos ofrezca migajas de buen futbol o como decía Eduardo Galeano: “suplicando una linda jugadita por amor de Dios”.   

@abascal2

Banner Footer