Ecosistema Digital por Carlos Miguel Ramos Linares
El pasado 5 de junio se presentaron en una conferencia de desarrolladores a nivel mundial, las gafas Vision Pro, un nuevo dispositivo de realidad mixta (realidad virtual y realidad aumentada) que a decir de Tim Cook, CEO de Apple, es considerado el producto más ambisioso y al mismo tiempo arriesgado de la compañía en años.
Recapitulando un poco, recordemos que la realidad aumentada es una tecnología que permite al usuario suporponer imágenes con características virtuales o de 3D, sobre videos en directo del mundo presencial. Esta herramienta se convitió en tecnología de nicho pues sus características obedecen a la experiencia individual del usuario y no colectiva. Es decir, mayormente su utilización es en sectores como el educativo, en media superior y superior.
Con las nuevas gafas, el usuario podrá ver las aplicaciones proyectadas delante de él. La interfaz convive con la virtualidad y el mundo real, de tal forma que la interacción responde a las características propias de la atmósfera donde se utilice. Por ejemplo, se puede acomplar a las dimensiones de una habitación, luz, sombras, etcétera, ayundando a los usuarios a relacionarse con el ecosistema y su entorno a escala real.
"Es fácil crear aplicaciones a cualquier escala... en cualquier lugar de tu espacio que te parezca natural. Sólo tú y tu contenido... parece magia. Es el primer producto con el que se mira a través, no hacia", fueron las declaraciones de ejecutivos de Apple durante la presentación.
El futuro de esta tecnología, desde el punto de vista ecológico, es igual a cualquier otro intento de gafas inteligentes en el mercado. Será una herramienta que la utilizará una parte muy específica del mercado de consumo, donde los usuarios deberán poseer características y necesidades homogéneas aunque Apple se esmeró en mostrar muchos casos de uso como: trabajo en casa, diversión, entretenimiento y ocio como ver películas en casa hasta trabajo vía remota o desde la oficina.
El argumento corporativista que insinua la romantización tecnológica desde una visión claramente alterada de la realidad, mostró piezas de promoción en video que sugieren la utilización de la gafas durante todo el día. Normalizando el aislamiento digital y empoderando una idea tecnócrata que fortalece la siliconización del mundo.
Sin embargo, la oferta tecnológica obedece a un claro interés post-pandemia, y es que durante el aislamiento social derivado del Covid-19, la industria tecnológica recibió varios incentivos en ingresos y beneficios a medida que ciertos segmentos de mercado socializaban a partir de una pantalla.
Empresas que ya eran enormes en términos de valoraciones económicas, alcanzaron un nuevo nivel al grado de continuar con incentivos de hiperconexión y que obligan al usuario a pasar más tiempo mirando sus pantallas.
El despligue de softwares y empuje de tecnologías metaversales desde el 2021 debe interpretarse desde la uberización de la tecnología que empodera la tecnofilia y afecta las dinámicas sociales.
Ecosistema Digital
Carlos Miguel Ramos Linares
@cm_ramoslinares
