Barcelonnette, la fiesta de la inmigración... Mexicana

Barcelonnette, la fiesta de la inmigración... Mexicana
Parabólica.Mx
Cartas desde París

Cartas desde París escribe Rosa María Lechuga

En el área de la Ubaye, en Francia se encuentra la Ciudad de Barcelonnette a tan sólo 750 km de la capital del hexágono, donde cada verano se realiza un festival entorno a la cultura mexicana.

Le rêve mexicain de los franceses.

Desde hace más de 30 años, 10 días de fiesta son consagrados a disfrutar el verano à la mexicaine, una temporada plagada de color, música, comida, fiesta e historia.

Todo comenzó en el siglo XVIII cuando unos barcelonnettes comerciantes, salieron de Francia para probar suerte en América.

En su ruta encontraron México cómo una tierra llena de prosperidad y riqueza.

Fábricas de Francia y Liverpool son el ejemplo perfecto de la réussite dans le commerce y en su vida personal.

Porque fue tanto lo que consiguieron en México, que una vez triunfado, regresaron a su tierra.

Pero no olvidaron quién les dió fama y fortuna y ante ello, su corazón gallois pasó a ser francomexicano.

La avenida Porfirio Diaz, el Hotel Villas Puebla, las tiendas mexicanas, las boutiques de joyerîa oaxaqueña, un museo lleno de historia mexicana, las calles donde ser francés, no basta, son sólo algunos de los signos de una mexicanidad que se vive y se respira, incluso fuera del festival.

Francia, la tierra querida, México, patria y fortuna.

Puebla, cómo un ejemplo d'une terre accueillant donde familias cómo la de Joseph Antoine Couttolenc, pero sobre todo Adrian Renaud, las tiendas Lions Hermanos y Cia. Puebla, fueron muestras de una "aculturación francesa".

Ya para 1890, los franceses poseían tiendas de ropa y otros artîculos, en distintos puntos del Estado: Chalchicomula, Tehuacán y Puebla. En total, 110 comercios en todo el paîs.

Hoy, México se respira en las calles de Barcelonnette y aledaños, como una cita obligada para locales y extranjeros, en busca de tequila, salsa picante, cerveza, tortillas pero también, una enorme curiosidad por todos esos franceses que encontraron en nuestro país, su mina de oro.

Hoy, las catarinas se han apoderado de las calles, la tête de mort ya no causa miedo, parte del patrimonio precolombino se encuentra aquí, Porfirio Dîaz se inmortalizó en una calle. El Mariachi y el jarabe tapatío sueña en cada rincón y cada corazón barcelonnette, sueña con algún día, conocer México.

 

@laituecita 

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