La unidad se llama Ricardo Carbajal

La unidad se llama Ricardo Carbajal
Miguel Caballero
Atando cabitos

Por Miguel Caballero / @doncabitos

El hombre del momento en Puebla lleva el nombre de Ricardo Carbajal Oteo; por cierto, como si fuera poca cosa pero que en lo absoluto lo es: el único director técnico mexicano clasificado a la Liguilla del fútbol mexicano.

Durante la última emisión de “Desde la GRADA” (la mesa deportiva de Off The Record de Intolerancia Media Group), en compañía de grandes periodistas y, sobre todo, amigos y fervientes fanáticos de la Franja como Blanca Estela Leyva, Gustavo Mirón Reyes y David Alberto Badillo, la idea de elegir a Carbajal como el máximo culpable de la ‘resurrección’ camotera se dio al unísono, dejando diversas conclusiones alrededor de lo que ha sido este nuevo e ilusionante proyecto proyecto.

De lo poco o mucho que uno puede enterarse sobre lo que sucede puertas adentro del club, diversas voces coinciden que el mejor argumento de Carbajal para haber logrado esta ‘milagrosa’ reacción se debió, en gran medida, a la sencillez tanto en el discurso futbolístico como en el vínculo con sus futbolista.

En demasiadas ocasiones se ha escuchado que más allá de los conocimientos a nivel cancha, lo que marca la diferencia en el éxito o fracaso de un director técnico es la gestión de grupo en los momentos complicados. Y si de algo ha dado muestra el hoy mandamás de los Camoteros, además de la capacidad de adaptación y los recursos como director técnico, ha sido la armonía grupal, a todas luces evidente, sobre todo cuando, de manera inevitable, se compara con el pasado inmediato.

Más allá de lo que suceda en esta Liguilla y la eliminatoria frente a Tigres (la cual me parece no tan imposible como la estadística y la narrativa indican), lo cierto es que Carbajal ha ganado, de manera irrefutable, la aprobación de sus jugadores y de la afición, misma que hoy lo respalda con cariño y confianza para seguir al frente del equipo, en muestra de agradecimiento sincero a la manera en que ha defendido a su equipo cuando todo parecía dirigirse al barranco.

Ni el más entusiasta de los aficionados se imaginó que aquel bochorno tras la fatídica contratación de Gerardo Espinoza derivaría en este momento de alegría e ilusión, el cual puede seguir dando de qué hablar.

PD. Así como he criticado con dureza los despropósitos cometidos en agravio del club –y también aplaudido y agradecido otros gestos de personalidad y valentía (a quien corresponda), como lo ocurrido con el “caso Xolos” y la apelación ante el TAS–, el nombramiento de Ricardo Carbajal precisa un reconocimiento a la dirección deportiva del club encabezada por Jorge González, artífice de su llegada al banquillo. Aunque existen aún muchas cosas por aclarar y responder, sobre todo pensando en no seguir enviando mensajes de opacidad ni cometer crasos errores como los que pusieron en jaque el actual torneo, por el bien del equipo y de la afición, que vengan muchas más decisiones acertadas como esta. La renovación y el compromiso de formar un equipo competitivo pueden ser algunas buenas primeras señales. Ojalá.

 

@doncabitos

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