Arce: ceguera ante la realidad

Arce: ceguera ante la realidad
Miguel Caballero
Atando cabitos

Miguel Caballero / @doncabitos

Después del bochornoso espectáculo que significó la despedida del argentino Federico Mancuello –protagonizada por la cobarde ausencia de Ricardo Zayas y Jorge González, director general y supuesto director deportivo del Club Puebla, respectivamente, y quienes por alguna inconcebible razón (que no sea el compadrazgo o el cinismo, o ambas) siguen formando parte del organigrama institucional–, parecía que al desalentador panorama del equipo poco o nada le quedaría para seguir cayendo.

Pero todo lo contrario.

A principios de esta semana se confirmó la salida de Fernando Arce Juárez; una baja que no repercutió en lo más mínimo en el ánimo de la afición y tampoco significará afectación alguna al pobre desenvolvimiento futbolístico del equipo (gracias a su pequeñisima participación con la Franja, con apenas 162 minutos disputados en 21 partidos de liga); sin embargo, su invitación a abandonar la institución porque sería nulamente tomado en cuenta sí es muestra –una más –de la negligencia bajo la que se trabaja el proyecto actual.

Y es que resulta increíble que con tres jornadas ya disputadas en el actual torneo y un mes ya corrido desde el paro de actividades con miras a la Leagues Cup (donde se firmó un capítulo negro en la leyenda del equipo, el cual hay que recordarles a los responsables de esta humillación a cada instante posible, para ver si así les brota un ápice de dignidad y respeto a la historia que representan), la plantilla de la Franja sigue sin consolidarse, dándose el lujo de ‘despedidas’ de último momento y, peor aún, con la ‘esperanza’ de sumar algunos ‘refuerzos’ (lo que sea que eso signifique o pueda significar para el área responsable de dichos menesteres) para las próximas semanas.

Sin embargo, a pesar de toda esta rotunda realidad (no percepción, no interpretación, no calumnias, no ataques de redes sociales, no señalamientos infundados, no arrebatos), Eduardo Arce Peña ha salido al paso con un absurdo relato (uno más) que la minimiza y pareciera burlarse de ella.

Tal vez por inexperiencia, porque ya no ve el momento de decir ‘adiós’, porque ya tiene muy claro su futuro, por indiferencia o porque en verdad lo cree a pesar de todas las evidencias que solamente él se niega a aceptar, el director técnico de la Franja sigue montado en un discurso que, excepto el que lo mantiene en el cargo, ya nadie le cree.

Ojalá que el silencio que Arce escuchará esta noche desde el banquillo le haga sentir, aunque sea un poco, el abandono y falta de respeto que ofrece su palabrería vacía. Pero con optimismo.

 

@doncabitos

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