Al respecto por Alejandro Aguirre Guerrero
Xóchitl Gálvez me dijo que su familia no estuvo de acuerdo con su deseo de buscar la presidencia, pues su objetivo siempre fue el gobierno de la CDMX; sin embargo, la ola desatada a su favor, después de que AMLO le impidiera entrar a “la mañanera”, la convenció de intentar quitar a Morena de Palacio Nacional.
Y es que se le ve convencida de (primero) ganar la contienda interna en el frente amplio opositor y, después, derrotar a la corcholata que le pongan, la cual, en sus palabras, apuntaría a Sheinbaum. “Están enojados porque no acepté en algún momento el ofrecimiento que me hicieron de trabajar para ellos”, me dijo, cuando la misma Claudia y “Andy” López Obrador la visitaron en su casa.
Xóchitl Gálvez me comentó que Cuitláhuac García “es un gobernador que no sabe generar un empleo, un gobernador que no sabe lo que es pagar una nómina”. Y es que la panista pareciera haberle tomado la medida a los morenistas; y así, al mero estilo de AMLO, los desespera con “cucharadas de su propio chocolate”.
El auténtico problema radica en que, durante todas las reuniones de los últimos meses en Palacio Nacional, los careos para favorecer a Claudia Sheinbaum se efectuaron con varios perfiles, menos con el de Gálvez, pues nunca la “vieron venir” para la presidencial; error infantil, se recriminan al interior.
Aún así, los que rodean a AMLO (incluyendo al propio tabasqueño) creen poder ganarle al “fenómeno de Xóchitl”, aunque ven peligrar seriamente su “plan c”, aquel que suponía arrasar en la cámara de diputados y en el senado, bajo el objetivo de lograr cualquier reforma constitucional que quisieran, sin necesidad de negociar con otras fuerzas políticas.
La realidad de las cosas es que con este nuevo panorama, según fuentes cercanas al presidente, están pensando más de dos veces si la mejor vía para buscar vencer a Xóchitl Gálvez sea con Sheinbaum o, de plano (aunque el saldo de obediencia hacia la “zona dura” de la 4T no sea al mismo ante una eventual victoria), hacerle frente con Marcelo Ebrard.
Veremos qué ocurre. Lo cierto es que en unas cuantas semanas la configuración cambió, y al parecer hay “pronóstico reservado” hacia el 2024.
Twitter: @aaguirre_g
