Al respecto por Alejandro Aguirre Guerrero
No pasó inadvertido en Palacio Nacional (particularmente para el presidente y Jesús Ramírez), que Rocío Nahle fue la más votada dentro de los nueve consejos estatales de Morena, celebrados en el país, y que Zenyazen Escobar logró lo mismo dentro de todo el sector masculino.
Dicho de otra manera, “los dos más votados en Veracruz fueron también los dos más votados en todos los procesos morenistas estatales”. AMLO pidió el reporte completo de lo ocurrido con Nahle y Escobar; y solicitó buscar que se unieran para “no soltar” el estado.
El tabasqueño fue enterado de que la unidad al interior del morenismo en Veracruz dependía (en realidad), de la intervención que tanto Claudia Sheinbaum como Adán Augusto López tuvieran. Si bien es cierto los más votados estaban “en sintonía”, el resto mantenía sus reservas.
Y así como en Veracruz estaban los dos más votados y respaldados por su respectivo consejo estatal, también representaba, de acuerdo con el reporte entregado a AMLO, la mayor diferencia o molestia entre los no-ganadores o menos “agraciados” con simpatías.
El presidente pidió que en el caso de Veracruz todos fueran incluidos, hasta los que el consejo estatal “no deseaba”, sin sobrepasar el número máximo de participantes por encuesta (ocho) y respetando la paridad de género.
De esta manera, tanto Manuel Huerta (al que la dirigencia estatal ha pedido se incluya por la vía nacional), como Sergio Gutiérrez Luna (apoyado por Adán Augusto López), estarían en la encuesta morenista, pero “no quiero broncas mayores en Veracruz, porque ahí se pintan solos para eso”, dijo AMLO.
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