El gobernador criticó omisiones en seguridad y presumió logros en educación
Fue una charla de unos 40 minutos, sin vetos, en mangas de camisa, sin barreras de contención ni escoltas o personal de asistencia, como sucede habitualmente con un gobernador.
Habló Sergio Salomón Céspedes Peregrina de su visión de las cosas, en la política y la función pública; de la familia, los retos en el gobierno federal y de las obras que marcarán el cierre de un gobierno peculiar, pues nació apenas el 14 de diciembre de 2022, con el deceso de Miguel Barbosa.
El tiempo de la charla fue exactamente proporcional al recorrido entre las nuevas instalaciones del Instituto Politécnico Nacional en el sur de la capital y la nueva sede del Congreso de Puebla, en la avenida Ignacio Zaragoza.
Subió el vehículo en el que los directores harían recorrido y alguien abrió bolsas de papas con salsa y limón y la plática fluyó. Con sutileza, criticó a ediles que fueron omisos a ante el crecimiento de la criminalidad.
Presidente que no pide reportes al menos dos veces al día a su jefe de policía, es omiso. Mas tarde, en Casa Puebla, “aquí cerquita hay un narcolaboratorio” redondeó.
Eran las 2:30 de la tarde, se abrió la puerta lateral de la camioneta que trasladaba a los directores y columnistas invitados a recorrer dos obras gigantescas y en tiempo récord, y subió el gobernador. En mangas de camisa, gorra del gobierno de Puebla a la cabeza y con rostro sonriente que ya registra las marcas de las horas expuestas al sol por las largas horas de trabajo.
Honró a los fundadores de Morena, admitió no haber formado parte inicial de ese proyecto político, pero empeñado en trabajar para dar viabilidad al movimiento que inició Andrés Manuel López Obrador.
Fue en el aula 2 del Instituto Politécnico Nacional en donde el gobernador Sergio Salomón explicó a detalle las características de las instalaciones que se prevé, sean inauguradas el próximo 6 de diciembre, casi una semana antes del cierre de administración estatal.
La imponente obra inició en febrero de este año, y requirió una inversión de mas de 2 mil 900 millones de pesos y que registra un avance del 58 por ciento.
El mandatario dijo que cuando el dinero se ejerce bien, alcanza de manera notable y se dijo orgulloso de que Puebla se coloque como la entidad con la mejor y mayor mano de obra calificada.
La meta es colocar la bandera blanca y que todos los poblanos tengan un lugar en alguna de las instituciones de educación superior. Una premisa es arrebatar a los jóvenes de las manos de la delincuencia.
La matrícula en el IPN en Puebla dispondrá de 7 mil lugares entre los niveles de media superior y superior y su director, Carlos Paredes, presumió su plantel docente con 85 por ciento con doctorado.
En las obras del Congreso, dijo el gobernador, orgulloso, todos querrán trabajar aquí, en medio de lo que será el salón de plenos con un muri alto de onix, dos enormes pantallas para registrar el tablero electrónico para el voto de las y los legisladores. Pidió a los invitados no tomar fotos del escenario espléndido.
Ya en Casa Puebla presumió la obra de la que se dijo mas orgulloso: construir puentes con todos los sectores, empresarios, medios y sociedad.
Fue una invitación que supo a despedida.