La extinción del PRI en el Congreso local

La extinción del PRI en el Congreso local
Alvaro Ramírez
Piso 17 PRI Puebla Congreso de Puebla Néstor Camarillo

Piso 17 escribe Álvaro Ramírez Velasco

Con sobradas razones, al verse “traicionados” por las dirigencias nacional y estatal del PRI, seis de los siete integrantes de la bancada tricolor en el Congreso local dejarán, o lo han hecho ya, su partido. En las próximas semanas se declararán legisladores sin partido o se sumarán al Partido Verde Ecologista de México (PVEM).

Ya lo hizo Silvia Guillermina Tanús Osorio, legisladora local plurinominal, quien fue considerada una institución en el tricolor, al grado que decenas la ven como su “madrina” política. Ella decidió hacerse independiente.

Es también público que Charbel Jorge Estefan Chidiac, coordinador legislativo priísta, atenderá la invitación del verdeecologista, para postularse como diputado federal en la alianza Seguimos Haciendo Historia (Morena, PT y PVEM).

La misma ruta, ya reconocida por él mismo, ha decidido tomar Juan Enrique Rivera Reyes, representante del Distrito local 3, con cabecera en Zacatlán, uno de los últimos reductos del Revolucionario Institucional, quien será candidato del Verde a la alcaldía de Chignahuapan, municipio del que ya fue alcalde.

Una fuente que también es protagonista de este éxodo, asegura que pronto harán lo mismo Laura Ivonne Zapata Martínez, diputada local por el Distrito 2, con cabecera en Huauchinango. Ella incluso ya adelantó ante los medios que ha recibido invitaciones de otros partidos y que se quedará en donde la valoren. Pues le adelanto que será en el PVEM.

Igual ocurrirá con Norma Sirley Reyes Cabrera, quien representa al Distrito 4, con cabecera en Zacapoaxtla, y con Adolfo Alatriste Cantú, diputado por el Distrito 26 local, con cabecera en Ajalpan.

Todos ellos y ellas, hay que reconocerlo, tienen un buen nivel de competitividad política y llegarán a aportar al Verde y a la Cuarta Transformación (4T), lo que despreció o no supo valorar la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

El tricolor pasará, por primera vez en su historia, a un lugar verdaderamente irrelevante en el Congreso poblano.

De ser un Grupo Legislativo, se convertirá apenas en una “representación” de un solitario integrante; el presidente del Comité Directivo Estatal (CDE), Néstor Camarillo Medina, quien conseguirá pasar a la historia como el enterrador del que en otros tiempos fue el partido hegemónico en Puebla.

Este éxodo de los priístas, todos al Partido Verde, como candidatos o con la promesa de ser funcionarios del próximo gobierno, tiene varios efectos adicionales.

En la arena legislativa y en la electoral, el PVEM se convertirá en un instituto de relevante peso, a pesar de la tóxica dirigencia de la familia Natale y su verdadero dirigente, Juan Carlos, el xenofóbico que tuvo epítetos desagradables contra la candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, por su origen.

El Verde, ahora, será mucho más relevante que cualquiera de los partidos que conforman la megacoalición poblana y que a nivel federal integra la alianza Sigamos Haciendo Historia.

En tanto, el PRI se convierte en una rémora casi inservible para la coalición opositora en Puebla que tiene con el PAN, PRD y PSI.

Porque los seis diputados que dejarán al tricolor son verdaderos operadores en tierra y con ellos se van alcaldes, cuadros y militantes, lo que deja al tricolor poblano en los huesos, sin mucho o casi nada que ofrecerle al PAN en la próxima elección.

El grupo que hoy dirige la burocracia partidista en el PRI se cerró, acaparó todas las posiciones, ninguneó a sus cuadros competitivos y supuso que con solo complacer a los panistas bastaba para sobrevivir.

Hoy se ha extinguido su bancada y, muy probablemente, en la jornada de junio próximo batallará para conservar su registro.

Qué vergüenza sentiría Plutarco Elías Calles (si los priístas que quedan no saben quién es, busquen en Google).

@Alvaro_Rmz_V