La Editorial escribe Jesús Olmos
Del papel de persecutor, ejecutor y solapador de las argucias más infames de la política nacional, tenemos al Javier Lozano defensor de las “causas nobles”.
El ex panista y ex priista, ex vocero efímero de Coparmex, alienta la polarización en las redes sociales con estridencia innecesaria y volviendo el debate público una pelea en el fango.
De soldado del morenovallismo que defenestraba a Eduardo Rivera, pasamos al aplauso fácil. Del hombre que pedía respeto para su jefe y sus compañeros de gabinete, tenemos al que distribuye verborrea y odio.
Dicen que, en aras de la libertad, cualquier mal es necesario, pero tanta pus y despropósito mejor no.
Jesús Olmos
@Olmosarcos_